Una Seu abarrotada, con las 1.200 localidades ocupadas, fue este lunes escenario de la tradicional velada musical de Semana Santa a beneficio de Projecte Home Balears y organizada por el Club Rotary Palma Ramon Llull. Una cita clásica, en esta ocasión en recuerdo a quien fuera el presidente del Grup Serra, Pere A. Serra, en la que la Orquestra Simfònica y la Coral Universitat – bajo las batutas de Pablo Mielgo y Joan Company, respectivamente – a las que se sumó la Coral de la Universidad de Valladolid, interpretaron el célebre Rèquiem, de Mozart, acompañados por cuatro solitas: el bajo barítono menorquín Simón Orfila, el tenor tinerfeño Francisco Corujo, la mezzosoprano italiana Anna Pennisi, y la voz de la soprano Karina Flores.
La reina Sofía se mantuvo fiel a esta cita y presidió de nuevo este concierto, que se celebra en la Catedral el primer lunes de Semana Santa desde el año 2007. Como suele ser ya habitual, la Reina emérita asistió acompañada de su hermana, Irene de Grecia.
Antes de que sonara la música, el presidente del Club Rotary Palma Catedral, Adrià Fortuny, ofreció unas palabras de bienvenida a los presentes, hablando de la importante labor que realiza tanto su entidad como Projecte Home, y también que abría el concierto «pensando en el trágico suceso en París que está pasando en este momento, el incendio del templo de Notre Dame», una nefasta noticia, no solo por el suceso, sino porque es uno de los grandes rasgos del patrimonio cultural y religioso de Europa.
Seguidamente, fue el turno del alma mater de Projecte Home, Tomeu Català, cuyas palabras fueron, principalmente, de agradecimiento a todos los presentes y a los que ha hecho posible este concierto; después, recordó con cariño la figura de Pere A. Serra, a quien va dedicado este año el recital benéfico y cuya familia estaba allí presente. Quien fuera el presidente del Grup Serra fue, en palabras de Català, «un gran colaborador de Projecte Home» y remarcó que esta velada es en su memoria «a petición de Joseff Egger», gran melomano, uno de los promotores de este recital y fundador de la Associació d'Amics de la Simfònica, formación a la que está muy ligado y a la cual siempre ha mostrado su apoyo.
En primera fila se sentaban la reina Sofía y su hermana, Irene de Grecia, junto a las principales autoridades, como la presidenta Francina Armengol; la delegada de Gobierno, Rosario Sánchez, el obispo Sebastià Taltavull; el rector de la UIB, Llorenç Huguet, y Juan Cifuentes, comandante general de Baleares.
Finalmente, la reina emérita posó con todos los músicos y cantantes participantes, así como con el resto de autoridades, en una foto de familia que cerró la velada solidaria que ya forma parte del calendario de las fiestas de Pascua.
4 comentarios
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@manumenorca: Es obvio que si se te lee con cierta asiduidad lo tuyo con la religión católica y todo cuanto le rodea es de pura fobi. Y no te lo recrimino, todos tenemos derecho a tener, mejor, a sufrir, las fobias que crean oportuno instalarse en nuestro ser. Pero entiendo que la Catedral es el mejor escenario (aunque su falta de acústica, hoy mejorada con la ingeniería de sonido, sea para mencionar aparte) para realzar el Requiem de los requiems. La Iglesia ha causado muchos estragos, pero también, y eso es lo que hoy debe ocuparnos, a sido la "patrocinadora" de la mayoría de obras maestras, entre otras, el requiem de Mozart y, como no, la propia Catedral de Mallorca. Nuestra impresionante y bellísima La Seu.
... deberían esforzarse más para que en próximas ediciones NO se tuviese que realizar en la Seu... el Proyecto Hombre no es una ONG confesional, pero lo parece, rodeada de obispos y en una catedral... que busquen otra ubicación para el concierto, para que cuando nuestros gobernantes acudan, la iglesia no se apunte el tanto de fotografiarse con ellos en un espacio litúrgico, que parece que no hay manera de desligar a los políticos supuestamente aconfesionales de los de negro que desesperados siempre quieren salir en la foto...
Un concierto sencillamente sublime. Repito: Su-bli-me.
Maravilloso, sin palabras. Mozart no decepciona nunca.