El músico Kyle Eastwood, en Palma. | Clara Ferrer

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El músico y compositor Kyle Eastwood (Los Ángeles, 1968), hijo del oscarizado actor y director Clint Eastwood, tendrá este sábado dos citas en Palma con motivo del Jazz Voyeur Festival, que celebra su 12 edición. Por la tarde, de 16.00 a 18.00 horas, impartirá una clase magistral en el Conservatori Professional de Música i Dansa de Mallorca. Después, a las 21.00 horas, en el auditorio de este mismo centro, ofrecerá un concierto con su quinteto, formado por Andrew McCormack (piano), Chris Higginbottom (batería), Quentin Collins (trompeta) y Brandon Allen (saxo) y con el que está de gira desde el pasado mes de septiembre por Europa.

En la actuación, Eastwood, considerado uno de los mejores contrabajistas de jazz contemporáneo, adelantará material de su último trabajo, Cinematic, que verá la luz dentro de una semana, el 8 de noviembre, y en el que recorre grandes temas de la música del cine en clave de jazz. En el disco se incluyen éxitos de películas dirigidas por Clint Eastwood, como Gran Torino (2008), banda sonora compuesta por el propio Kyle Eastwood o Sin perdón (1992); además de otros clásicos como Taxi Driver (Bernard Herrmann), La pantera rosa (Henry Mancini) o Bullitt (Lalo Schiffrin).

«Siempre quise grabar un disco de bandas sonoras. Ya había incluído algunos temas cinematográficos en discos anteriores, pero quería hacer uno formado íntegramente por canciones de películas, algunas muy conocidas y otras no tanto. Por otra parte, también cogí las que consideré que quedarían mejor una vez adaptadas», reconoció ayer en un encuentro íntimo con la prensa.

Igualmente, Eastwood advirtió que también sonarán muchos temas de su último disco, In transit (2017) –en el que de hecho se encuentra un tema del filme Cinema Paradiso–, además de otros trabajos.

En cuanto a la relación con su padre, Clint Eastwood, el músico aseguró que «es muy fácil trabajar con él, nos llevamos muy bien, es un buen jefe». «Crecí escuchando música y viéndolo trabajar, así es como me adentré en el mundo de la composición de bandas sonoras, tengo una idea clara de lo que le gusta y cómo trabaja», apuntó.

En este sentido, Eastwood confesó que está especialmente orgulloso de las películas Cartas desde Iwo Jima y Gran Torino. «Son las dos películas de las que estoy más orgulloso», admitió.

Creación

Respecto al proceso de creación de una banda sonora, Eastwood explicó que «cuando prácticamente está acabada la película, visualizo en casa la tres o cuatro escenas más importantes, me pongo al piano y empiezo a pensar cómo debería sonar».
«Me gusta componer música para películas, pero también mi propia música. En el primer caso, supone un reto porque tienes ciertos criterios y reglas a seguir; mientras que el jazz es completamente libre», compara.

«El jazz se disfruta mucho más tocando con otros músicos y para un público en directo», insistió Eastwood, quien aseguró que el principal consejo que da a los que les gustaría dedicarse al mundo de la música es «practicar». «También es muy importante tener buenos maestros y mentores», concluyó Eastwood, cuyos planes actuales se centran en «la gira y promoción de Cinematic».