Julià Panadès, junto a Caterina Mas, gestiona esta galería ubicada en Sant Feliu, Palma. | Redacción Cultura

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El artista multidisciplinar Julià Panadès (Ses Salines, 1981) fundó hace cinco años TACA en un callejón de la calle Sant Feliu de Palma, «un espacio diferente, sin complejos, donde poder jugar, sin obligaciones comerciales y donde mostrar propuestas jóvenes, arriesgadas, site specific o que no entran en el circuito de galerías convencionales», señala Panadès, que gestiona esta particular galería junto con Caterina Mas (DJ Kate Donovan). Este domingo, a partir de las 19.00 horas y aprovechando la Revetla de Sant Sebastià, celebrarán su lustro por todo lo alto, con música a cargo de Kate Donovan, Lolucca y también torrades populares.

Panadès también exhibirá su muestra Totems y altares playeros, una propuesta interactiva basada en intervenciones en diferentes playas de las Islas usando residuos plásticos que encontraba allí mismo. Este domingo exhibirá por primera vez juntas una selección de fotografías (prints) que tomó con su móvil de estas intervenciones, así como las esculturas que creó a partir de las mismas. Además, Panadès ofrecerá una mesa con material plástico para que los usuarios, inspirados en su trabajo, hagan sus propias creaciones. «Es un proyecto que empecé hace seis años y, claramente, tiene un carácter de denuncia. Sin embargo, creo que las playas están más limpias ahora que en ese momento», detalla.

Orígenes

«El proyecto nació sin buscarlo, me ofrecieron la posibilidad de alquilar un local a buen precio. Es un local pequeño, de cuatro o cinco metros, muy bien situado y con una terraza común que se puede utilizar para lo que queramos», recuerda Panadès, quien insiste en que «faltaba un lugar como TACA; las instituciones no cubrían las necesidades culturales y, aun habiendo muchas galerías en Palma, gran parte de la comunidad artística no estaba representada en ellas». En sus inicios, Panadès estaba acompañado de los artistas Javier Garló, Grip Face y Marta Juan, aunque «era mucho trabajo y al poco tiempo me quedé solo».

Durante estos cinco años, TACA ha albergado propuestas artísticas muy diferentes, desde vídeo e instalación hasta ilustración, joyería o botánica. En su mayoría, se corresponden a creadores locales, pues la financiación ha sido hasta el momento privada.

De hecho, Panadès advierte que hasta hace poco, muchos meses perdía dinero de su bolsillo para continuar con TACA. «Ahora, gracias al patrocinio de una marca de cerveza podemos pagar el alquiler», apunta.

Julià Panadès, un creador transversal y multidisciplinar

La primera exposición individual de Julià Panadès fue en 2008 en Addaya, desde 2010 trabaja para Fran Reus. Su trabajo se ha podido ver en Lisboa, Londres, Madrid o Ámsterdam. Y en 2019 fue seleccionado para la residencia en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera Donosti. Panadès define su arte como «multidisciplinar y con una estética contemporánea», rasgos que también definen TACA.