El paso del tiempo nos aboca inevitablemente a ese instante en el que, antes de servirnos café, el camarero desliza un «¿lo quiere con leche?». «¿Quiere?». Que mal llevamos esto de cumplir años. Yo aún me giro buscando a mi padre cada vez que escucho «señor Solà».
Otros que se nos hacen mayores son Roig!, no se puede negar que los miembros del conjunto manacorí comienzan a peinar canas. Sus letras despliegan los sentimientos y sensaciones de alguien que ya no ve la vida como fuego y pasión, separado de esta visión por años y rutinas. El cuarteto parece aceptar, con la boca chica, el inexorable paso del tiempo.
En sus diez años de andadura, la natural elegancia de su propuesta no ha dejado de cosechar fieles. Su estilo es sutil, con la melodía presidiéndolo todo -no en vano se confiesan enamorados del pop de los 60- y son reverenciados por la crítica local, que, dejémonos de paños calientes, suele ser benévola con sus bandas. El caso es que tras tres entregas discográficas, Simó Femenias y los suyos se descuelgan con un greatest hits. Ya, suena a capricho. Sin embargo, merced a unas canciones más certeras que un reloj suizo, y a su innegable voluntad de crecer, Roig! se sitúa entre lo mejorcito de la escena local. No sin cierta socarronería han titulado su recopilatorio Disc Estrella, lo presentan este viernes en Can Lliro (Manacor), a partir de las 21.30.
Además de compilar material ya publicado, Disc Estrella incorpora dos nuevos cortes. Una buena coartada para reengancharse a Roig!. «Tras un breve parón decidimos relanzar el grupo con este recopilatorio, seguimos con ganas de tocar en directo y esta era la mejor manera», explica Femenias. En la arquitectura sonora de este sexteto hay un fondo místico, con su guitarra de acordes escapistas y un tacto delicioso, que entabla un diálogo despierto con una audiencia que desea involucrarse en sus aventuras ambientadas en futuros distópicos.
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