Los teatros, uno de los sectores más afectados por la crisis del coronavirus, permanecen cerrados en la Isla. | Redacción Cultura

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La llegada de la denominada ‘nueva normalidad' está provocando el regreso de muchas actividades y realidades añoradas por algunos y no tanto por otros. Es el caso de la progresiva aparición de turistas en las Islas a través del aumento en la frecuencia de los vuelos y las conexiones, la paulatina vuelta de los museos a acoger visirantes o la reapertura de lugares de ocio, como los cines Ocimax de Palma, que lo hacen mañana. Sin embargo, hay un sector que todavía está calentando motores y haciendo trabajo entre bastidores: el de los teatros.

Algunos ya han indicado una fecha concreta para su regreso, como el caso del Teatre Principal de Palma, que volverá el 19 de agosto con el festival de verano Fila U, que reunirá seis espectáculos de formato grande. Además, el Principal se ha involucrado mucho en la producción local de obras con su apoyo a una veintena de proyectos.

Verano-otoño

Otro que pone una fecha sobre la mesa es el Teatre del Mar, ubicado en El Molinar de Palma, desde el cual su director, Carles Molinet, anuncia que el 12 de julio se llevará a cabo la primera función, siendo así de los más tempraneros. Será el pistoletazo de salida de una atípica pero frenética temporada verano-otoño, que reunirá 16 espectáculos hasta diciembre sin parar con tres residencias especiales preparadas conjuntamente con el Teatre Principal que son El no drama de la ruptura amb na Joana, Porucs y Jose Mari.

Molinet, a su vez, hace hincapié en que los ejes transversales de este año serán «una apuesta por la creatividad», por las «producciones de proximidad» y un esfuerzo por «la reprogramación de todos los espectáculos y residencias suspendidos».

El contraste lo pone el telón del Auditòrium, que sigue echado y no hay signos de que vaya a alzarse rápidamente. Su gerente, Marcos Ferragut, detalla que «arrancar llevará tiempo» porque «no somos como una discoteca, que puede abrir mañana mismo», y confía en que los meses venideros traigan una maximización del aforo permitido «si las condiciones mejoran» y que sea una realidad «el 100%», siendo esta una de las condiciones que asegurarían la rentabilidad y viabilidad del centro. Hasta entonces, toca seguir esperando.

Movimiento

Por su parte, los teléfonos de Trui Teatre echan humo estos días en los que tratan de cerrar y concretar la vuelta a los escenarios a partir de julio y agosto. «Ahora sabemos a qué atenernos», explica el promotor Miki Jaume, que destaca «que los eventos serán a público sentado» y que no habrá público que permanezca de pie. En cualquier caso, celebra que «al menos, ya vamos dando pasos».

Por último, el Teatre Sans, comandado por Pere Mestre, está inmerso «en las residencias y el trabajo con la escuela de teatro», que este mismo fin de semana hacen las primeras presentaciones, a modo de ensayo para las primeras funciones profesionales que se harán «el fin de semana del 10 de julio con un montaje de Josep Pere Peyró», siendo así el centro escénico que más rápido volverá a acoger público en sus salas y ver sus butacas ocupadas. Así, el movimiento vuelve a los teatros de Palma que, con distintas velocidades, tienen el mismo objetivo: que suba el telón.