Palma revivió este lunes una de sus grandes noches de cultura con la primera cita del Atlàntida Film Fest que durará hasta el 2 de agosto y reunió en el patio de La Misericòrdia a artistas, políticos y un gran número de espectadores que disfrutaron de una velada hechizada por la imponente voz de María José Llergo, la visita online del director Stephen Frears y un broche reflexivo y local con la proyección de Destrucció creativa d'una ciutat, del ganador de un Goya, Carles Bover.
A partir de las 20.00 horas los primeros visitantes hacían acto de presencia con una escalonada llegada que fue lo más parecido a un desfile de moda de mascarillas. Las hubo de todos los tipos y colores ocupando los asientos prudentemente distanciados y asegurándose los trabajadores de que no había boca y nariz sin cubrir.
Entre los asistentes, políticos como Francina Armengol, Catalina Cladera o Bel Busquets se codearon y formaron corrillos con artistas como Laura Gost y Jaume Carrió o el propio Jaume Ripoll, director del festival y de Filmin, plataforma a través de la cual se pudo seguir la gala por streaming.
Fue el propio Ripoll quien abrió la velada con un discurso en el que reconoció no saber «si podríamos llegar a celebrar el festival» y en el que defendió «el trabajo de toda la gente que hay detrás y hacen posible el evento» frente a las posibles críticas de frivolización. Tras él, fueron el alcalde de Palma, José Hila, y la presidenta del Govern, Francina Armengol, quienes dedicaron palabras de apoyo al mundo cultural.
Música
El protagonismo de la noche estaba reservado para la cordobesa María José Llergo, quien llenó con su arte y su duende el patio de La Misericòrdia a medida que las luces se encendían, la luna se asomaba atraída por su cante y el público se cautivaba de los ritmos flamencos y urbanos del escenario. Con los altavoces todavía vibrantes de los últimos acordes de la guitarra de Paco Soto, llegó el momento del invitado de honor, el realizador británico Stephen Frears, quien catalogó a su gobierno de «ridículo» por sus últimas decisiones que le han impedido asistir presencialmente. Fue el actor Joseph Fiennes quien recogió en su nombre el premio honorífico Masters of Cinema a toda su carrera.
La noche la cerró Bover y el estreno de su documental Destrucció creativa d'una ciutat, que puso el toque reflexivo a una noche ya de por sí reivindicativa. El propio Bover confesó sentirse «en una nube» en otra gran noche para él, quien ganó un Goya en 2019 por su película Gaza. Sin duda una gran noche para él, para Llergo, Frears, Palma y para toda la cultura en general.
2 comentarios
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El nombre no es muy original, si pensamos por ejemplo en los complejos "Atlantis" de Dubai y las Bahamas. Tampoco es un referente muy mediterráneo.
!!Claro, claro!! Como son del mundo de la cultura, con ellos no va el parón y el riego de subvenciones!!!