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La Orquestra Simfònica de les Illes Balears dio la bienvenida al 2021 en la tarde del viernes con su tradicional Concierto de año nuevo desde el Trui Teatre, donde la soprano alemana Mirella Hagen y el director y violinista japonés Joji Hattori se unieron a los músicos de la orquesta para brindar con música de siempre, compuesta por obras de zarzuela, populares o música tradicional vienesa, por el inicio de un año que todos esperamos que sea algo mejor que el pasado. El listón para lograrlo, al menos, no es demasiado complicado y este el de ayer fue un buen arranque.

Hagen puso su imponente voz al servicio de un repertorio en el que sobresalían nombres como Puccini, Ponchielli, Bizet, Donizetti o Strauss Jr., y transportó al público a una época navideña de otra época, tradicional y clásica, y se dejó llevar por la batuta del reputado y experimentado director Hattori, quien también es profesor de violín en la Royal Academy of Music de Londres.

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Se trató de un concierto de Año Nuevo «al uso», en palabras del director de la Simfònica, Pablo Mielgo, es decir, normal, como los de siempre, o lo que es lo mismo en esta época, «más necesitado que nunca». Consistió, pues, en un repaso por el origen de la opereta en el que se unían la música tradicional del centro de Europa, muy apropiada para estas fechas, algo de Broadway, música del ámbito popular y zarzuela. Todo ello presente a través de títulos como Don Pasquale, Fausto, Carmen, Como nací en la calle de la Paloma, Una noche en Venecia o La Reina del Csárdás.

De este modo, la Simfònica deja atrás el 2020, un año que Mielgo define como «complicado» y «de resistencia». Aunque al mismo tiempo explica que «no nos podemos quejar porque hemos conseguido los objetivos», al echar la vista atrás no oculta las dificultades encontradas y que les han obligado a «aprender a ser más flexibles, algo difícil al estar acostumbrados a compromisos a 2 años vista».

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El esfuerzo, no obstante, recibió sus premios, como el de ser la primera orquesta en España en volver a la actividad tras el confinamiento y que no «ha parado desde mayo», algo que hace que Mielgo se muestre «satisfecho artísticamente».

La pandemia ha hecho que las prioridades, si bien no cambien, sí se vean desde una óptica diferente, y por ello Mielgo está «encantado» de que «podamos disfrutar». Algo que hicieron músicos y público en la noche de ayer para dar la bienvenida al 2021 entre copas y síncopas.