El título es toda una declaración de intenciones. ¿Nuestra revolución es seguir respirando?
—Es un poema. El título va más allá, pues no nos limitamos a seguir respirando, sino que, a pesar de la muerte, a pesar del caos y de este sistema opresor, vivimos y nos regocijamos en la vida. Nuestra mayor venganza es ser felices, bailar; es no vivir en un espacio de resiliencia y lucha frontal en tortura y dolor, sino en el disfrute de la vida. Es que no logren silenciarnos y que el miedo no nos paralice.
En la propuesta participan mujeres de Artà. ¿Cómo ha llevado a cabo la toma de contacto con ellas?
—El proceso ha sido a distancia. Teníamos que realizar la performance en abril de 2020, pero un mes antes nos encerraron y no pudo ser. El discurso es el mismo que planteamos, pero por desgracia ha tomado más fuerza a raíz del último asesinato acaecido en sa Pobla, que fue triple: la mujer, que estaba embarazada, y su hijo de siete años.
El ball de bot y las castañuelas tendrán protagonismo también.
—Sí, porque queríamos localizar y focalizar el problema aquí. Es una pieza in situ que habla sobre un problema que existe en todo el mundo, pero quisimos traerlo aquí. Las castañuelas son elementos de resistencia y de lucha y de alegría. Son esculturas impermanentes. De hecho, más que performance, forma parte de una serie de proyectos de monumentos impermanentes en homenaje a la mujer que de pronto cobran vida. Estas esculturas, en cierto momento, toman un elemento de la localidad que son las castañuelas y empiezan a vivir, a tener ese especie de concierto y de canto a través del movimiento de sus manos y de su tradición.
La denuncia de la violencia de género es un eje fundamental de su trabajo artístico.
—Sí, es un tema que está desde los inicios de mi carrera, tanto como artista, hace ya 22 años, como poeta, hace algún año más. Soy de Guatemala y tuvimos esa guerra tremenda que duró 36 años y en esta guerra, como en cualquiera, el cuerpo de las mujeres fue campo de batalla. La violencia de género es un problema que atraviesa todo el planeta, es un problema de raíces económicas: la pérdida de los privilegios del sector masculino va a ser tan grande que el cambio también es muy difícil. Pero no soy activista, soy artista y me preocupa la formalidad del arte.
Todavía hay quienes insisten en que no existe la violencia de género. ¿Qué les diría?
—Cuando un hombre niega la violencia de género niega el sistema económico del cual es partícipe. Nuestro enemigo no es el machismo, es el patriarcado. El machismo es una de las caras del patriarcado, que afecta no solamente a las mujeres, sino a cualquier cuerpo vulnerado, sea el hombre que sufre bullying o el que es violado en prisión.
Justo antes del estado de alarma, en la manifestación del 8-M se proclamaba que el machismo mataba más que el coronavirus. De esto último al menos hay vacuna.
—El patriarcado es una pandemia que está con nosotros desde el principio de los tiempos. Soy optimista y creo que en estos más de cien años de lucha feminista hemos dado pasos lentos, pero que no serán revocados. Creo que dentro de cinco o siete generaciones, que lamentablemente no será la de mi hija, podremos vislumbrar un cambio en la sociedad en ese sentido.
Pero vivimos un auge de la ultraderecha y de partidos como Vox...
—Siempre ha habido partidos como Vox, de ultraderecha, pero antes había silencio. Ahora no tienen la comodidad de nuestro silencio y el hecho de que nos confrontemos es un logro. Nuestra lucha es desde la horizontalidad, sería una dictadura perversa si no hubiera debate o discusión.
9 comentarios
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Lo principal es ser más víctimas que los demás, incluso en las guerras, donde la mayoría de muertos y heridos suelen ser varones.
Durante las interminables guerras civiles de Centroamérica, cualquier ser humano era objetivo, no se respetó a nadie: hombres, mujeres, niños, jóvenes, ancianos, adolescentes, familias enteras y también religiosos fueron pasto del odio entre conciudadanos, fomentado y patrocinado por........no hace falta escribirlo aquí, cualquiera lo sabe. Yo quisiera hacerle llegar a esta señora, que el odio no tiene género, y sus víctimas tampoco. Son personas exterminando a personas por unos u otros 'motivos'. Así de triste.
Pues cuidado, que seguramente estés sentada en una escalera hecha por un hombre...
A mí me parece que los principales enemigos de esta señora son el agua y el jabón.
A esta señorita le pone el feminismo categórico y un pelín ritual. Sin producirle el menor asquito o alergia los partidos progretes, que hay unos cuantos. Esos que nos vienen con el invasivo cuento máximo de las nuevas masculinidades. El totalitarismo nunca es de salón.
Como hombre, que culpe de todo mal a ese supuesto patriarcado me ofende, sobretodo pq soy mallorquin y aquí siempre hemos sido matriarcales. Pero bueno, como soy hombre y blanco, no merezco respeto de ningun tipo y mucho menos de ningun colectivo. Técnicamente soy el enemigo número uno de la humanidad. Pido perdón por existir. Aun habiéndome convertido en una minoría sin derecho alguno, excepto el de pagar.
Jamas entenderé a estas mujeres jóvenes , que destilan odio ( aparentemente ) hacia todos los hombres . El que algún loco , borracho , o drogata , en algún momento ( y por desgracia ) haya matado a una mujer ?? Nos pone a todos los hombres en el mismo cajón . Como bien dice @Wenesday , intenta formar un matrimonio donde el que trabaje , sea ella y él se quede en casa haciendo las labores de criar a un hijo y todos los quehaceres de una casa . Primero , no duran juntos ni los nueve meses del embarazo . Segundo , la familia de ella TE pone de caldo y medio , te has casado con un vago , te has casado con un vividor . Así nunca seréis nada etc etc etc . Así que FEMINISTAS . Con todo mi respeto , váyanse ustedes a Cabrera m y vivan allí . Serían más felices Y NOSOTROS , TAMBIÉN
Le recuerdo a usted que la unión entre un hombre y una mujer se llama "matrimonio", de mater/matris o sea MADRE. ¿De dónde saca usted que el patriarcado es plato de buen gusto para todos los hombres, cuando uno de las mayores demostraciones de machismo sucede cuando un hombre decide ser "amo de casa". Si una mujer decide cuidar de su casa sin tener un trabajo remunerado, no pasa nada. Cuando lo hace un hombre, comienzan los problemas. Haga usted la prueba algún día.
Si se trata de una actividad organizada y subvencionado por el municipio, no entiendo que también se someta al mal uso creciente de rotular en inglés, o sea "Cool days", en vez de nuestras dos lenguas.