Tres amigas en la cincuentena recrean un viaje en tren a través de Europa, pero esta vez Maddie, de 17 años, ocupa el lugar de su madre, cumpliendo su último deseo. | Youtube: DeAPlaneta

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Un canto a la vida y a los nuevos comienzos de un trío de mujeres en la cincuentena que revive el interrail de su juventud, con la hija de la cuarta amiga, recientemente fallecida. Así es El viaje de sus vidas, una historia de esperanza y positivismo que se ha acabado convirtiendo en la última cinta de Kelly Preston, fallecida hace un año.

«Cuando estábamos rodando la película nadie sabía que estaba enferma salvo la productora, que era muy cercana a Kelly. En el set nunca hubieras pensado que estaba enferma. Siempre decíamos lo increíblemente hermosa que se veía (…), el positivismo que tenía, la energía, lo divertida que era», cuenta a Efe la directora de la cinta Jules Williamson. La premier de la cinta este jueves (el viernes 23 llega a los cines en España) será por lo tanto «agridulce», aunque Williamson espera que sirva para que su familia -el actor John Travolta y sus dos hijos- pueda ver “la luz que irradiaba”.

«Tenía tanta energía y vivacidad en el set y estaba tan comprometida con la historia… Esa es la parte más fascinante, que realmente quería hacer esta película. Fue capaz de aceptarla pese a que la historia tiene un paralelismo increíble con su vida por estar enferma, por tener una hija de la misma edad…», apunta la directora. El rodaje de El viaje de sus vidas se realizó en 2019 y fue justo hace un año cuando Preston falleció como consecuencia de un cáncer de mama.

La intérprete de Los gemelos golpean dos veces o Jerry Maguire es Cassie, una actriz de telenovelas estadounidense que se reúne con sus amigas británicas Kate (Jenny Seagrove) y Liz (Sally Phillips) en el funeral de Anna, la cuarta integrante de un grupo de amigas que se han distanciado con el tiempo. A través de una nota, Anna las emplaza a repetir el viaje. Juntas deciden que la hija de Anna, Maddie (Elizabeth Dormer-Phillips), sea quien las acompañe en la búsqueda de los recuerdos de su juventud. El destino final es la Catedral de Palma en el día de la Candelaria (2 de febrero).

Solo en este día (y el 11 de noviembre, día de San Martín) el sol se alinea con la vidriera de doce metros de ancho y proyecta un haz de luz sobre la pared occidental creando la figura de un ocho. Un espectacular juego de luces, bautizado como la Fiesta de la Luz, que atrae cada año a miles de turistas.

«Era perfecto para el final del viaje. Al tener el elemento espiritual que da la luz parecía totalmente adecuado para lo que queríamos transmitir», apunta Williamson, quien destaca la enorme ayuda recibida por parte de la Mallorca Film Commission. El próximo 31 de julio habrá un pase especial de la cinta en la ciudad al que acudirá la cineasta.

La historia de El viaje de sus vidas -que está inspirada en el interrail que realizó la propia cineasta en su juventud y tiene a las canciones de Blondie como banda sonora- pasa por varios países y muchos imprevistos y tiene también otra dirección, la de reconectar con la esencia perdida a lo largo de los años.

«A medida que uno envejece descubre que tiene que tomar decisiones y ceñirse a ellas. Tienes que ser organizado, tienes que controlar muchas cosas y hacer malabares. Llegas a un punto en el que es demasiado agotador intentar cambiar tu vida. Eso sucede a las mujeres más que a los hombres, que no sabes cómo cambiar porque tienes demasiadas cosas en marcha», explica.

Las tres mujeres están «luchando con eso», no están «donde quieren estar en sus vidas» y la idea del viaje es «sacudirlo todo». «La idea siempre fue que hay que ser positivas y saber que las mujeres siempre tienen la oportunidad de los nuevos comienzos», explica la cineasta, que con la película busca también hacer «una celebración a las mujeres de cincuenta» y a la importancia de la amistad.

«El viaje de sus vidas» está escrita por el guionista y también actor Jordan Waller y cuenta también con la aparición de Ben Miller, Franco Nero, Judi Dench. La producción recorrió gran parte de Europa (Londres, Surrey, París, Alicante, Barcelona, Palma) y se rodó en trenes reales.