Noah Becker, ayer en la Gerhardt Braun. | M. À. Cañellas

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Noah Becker siempre se ha dejado llevar por sus pensamientos. Ha dirigido musicales, ha pintado murales por todo el mundo e incluso ha creado su propia marca de ropa. Ahora, el pintor y diseñador alemán, hijo del extenista Boris Becker, se encuentra en un momento de autodescubrimiento artístico. De ahí nace su exposición Pros & Cons of being a spoiled brat (Pros y Contras de ser un mocoso mimado). La muestra se inaguró ayer y permacerá abierta hasta el 10 de octubre en la Gerhardt Braun Gallery.

¿Cómo describiría su arte?

—Libre y animal, sin duda. Cuando era más joven solía pintar con mucha ira, ahora lo hago con más amor. Yo también he cambiado desde entonces. Ahora me gusta hacerlo como un deporte, un desafío, yo contra mí mismo, un uno para uno. Esa constancia me la inculcó mi padre desde que era crío.

Definen su obra como intensa e inesperada.

—Es cierto. Me encanta sorprenderme después de trabajar muy duro en una pieza y terminar amándolo. Es una bendición hacer esto.

¿Dónde nace su inspiración?

—Mi arte surge de un proceso constante que nunca acaba. Siempre estoy inspirado y todo me influye: lugares, personas, ideas... Nunca pienso en el resultado, disfruto del momento.

Considera sus cuadros como mapas.

—Creo que es algo que llevo en la genética. Mi abuelo era arquitecto. Desde pequeño me ha encantado pintar los lugares en los que he estado.

El público tendrá su propia visión de cada lienzo.

—Ese es mi próposito, lo que quiero conseguir. Cuando tengo una exposición todos tienen un cuadro favorito diferente. Y si no te gusta, también es positivo. Antes me importaba más las opiniones de la gente, pero lo acabe entendiendo. Así es el arte.

Expone en la Isla

—La idea de traer mi trabajo aquí nació en el 2018. Llevo trabajando desde entonces en esta exposición. Tengo que admitir que me encanta la Isla. Incluso, he creado mi propia concepción del mapa de Mallorca y Eivissa.

Su obra se expondrá en una performance junto con música

—No se entendería por separado. Me gusta combinar cómo se creó y cómo se muestra. Es un proceso.

¿Espera buen recibimiento?

—La verdad, no tengo muchas expectativas. Personalmente, me quedo con la idea de poder tener esto a pesar de la pandemia en la que vivimos. Tengo mucha suerte de poder mostrar esto en este momento de nuestras vidas. Me encanta estar rodeado por la gente que amo.

¿Que nos espera de Noah Becker en el futuro?

—Más de lo mismo. Seguiré creando y navegando en el mundo de las bellas artes. Prentendo seguir compartiendo mis pensamientos, personas e ideas con el mundo.

¿Considera que ser hijo de Boris Becker es un hándicap?

—Mi exposición justo va de eso
[Pros y Contras de ser un mocoso mimado]. Me gusta hacer bromas al respecto. La gente tiene que empezar a entender que da igual que mi padre sea famoso, es igual que cualquier otro, sigue actuando por un mismo patrón. Tanto él como mi madre me apoyan siempre y eso es importante. Todo es amor. Tenemos que formar un equipo juntos. No creo en las diferencias. Quiero transmitir esa idea con mi arte, todos somos iguales, personas, y debemos permanecer unidos.