La espada prehistórica hallada en 2019 durante unos trabajos de excavación en el talayot del Serral de ses Abelles, en Puigpunyent, data del siglo VIII a.C. y no fue utilizada como arma, según un estudio liderado por el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).
El estudio analiza esta espada, considerada una pieza excepcional porque está perfectamente conservada, es la única de su tipo documentada en el siglo XXI y porque solo se conocen 19 espadas similares y la mayoría de ellas están fragmentadas o aparecieron sin un contexto arqueológico asociado.
El propósito de esta investigación, publicado en la revista científica Journal of Archaeological Science-Reports, ha sido caracterizar tecnológicamente la espada, estudiar su procedencia y profundizar en el papel de estos artefacto.
El nuevo estudio aporta información esencial para entender estos objetos como elementos emblemáticos más que como armas funcionales, y los contextualiza dentro de las sociedades baleares de finales de la Edad de Bronce y las rutas comerciales más amplias del Mediterráneo Occidental.
El CSIC destaca que el hallazgo de esta espada es algo insólito en un yacimiento talayótico. Una de las conclusiones de la investigación es que la espada no era funcional como arma, pues no fue trabajada para su endurecimiento ni tampoco sus filos fueron preparados.
Los análisis de composición química e isotópica arrojan que se produjo en bronce posiblemente en Mallorca, siguiendo los modelos locales y utilizando para ello dos coladas metálicas con cobre procedente de Linares (Jaén), aleadas con distintas cantidades de estaño en función de los intereses tecnológicos del metalurgo prehistórico.
Radiografías
Mediante las radiografías –realizadas en el Hospital Son Llàtzer– se ha observado que se compuso a partir de dos piezas posteriormente ensambladas con tres remaches. Posiblemente se encontraba en un lugar elevado del edificio y apareció asociada a los niveles de derrumbe de la cubierta de un talayot durante un incendio. Las dataciones radiocarbónicas (C14) permiten situar dicho evento con después de 793 a.C.
Muestra de las radiografías realizadas durante el estudio.
Los estudios los ha desarrollado el equipo científico compuesto por Pau Sureda, Jaume Deyà, Pablo Galera, Mercedes Murillo-Barroso y Bartomeu Salvà, junto a la UIB, la Universidad de Granada y el Museu Arqueològic de Deià.
3 comentarios
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Practicament no sabem res de sa nostra prehistoria,sa nostra "historia" comença a partir de els romans.Es una pena!!!
La nostra història és apassionant, hauríem de fer una sèrie per explicar-la d'una manera entretinguda