Clara Ingold, Josep Orfila y Llorenç Balaguer. | Jaume Morey

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Hacía ocho años que querían trabajar juntos en un proyecto propio, juntar sus «imaginarios», pero no ha sido hasta ahora que lo han conseguido. Clara Ingold y Josep Orfila se reencuentran, por fin, con La darrera opció. La propuesta surge del texto de Ingold que resultó finalista en la última edición del Torneig de Dramatúrgia, aunque advierten de que lo que se estrenará –ya con el cartel de entradas agotadas– el próximo viernes 17 de diciembre es una «creación total, casi desde cero» y en «horizontal», con un equipo que completan Llorenç Balaguer, Xesca Salvà, Jaume Manresa, Pau Aulí y Albert Vizcarro.

La pieza es una coproducción del Teatre Principal de Palma –donde podrá verse del 17 al 19– y Rata Cultura Expandida, que se estrena en el ámbito de las artes escénicas con esta iniciativa. El proceso de creación empezó en octubre, con una residencia de dos semanas en el Teatre del Mar, y continuó, durante otras tres, en el recién estrenado Teatre Principal de Inca. Mañana ya recalarán en la Sala Petita del Principal de Palma para ultimar todos los detalles.

Y es que, como insiste Ingold, el texto que escribió es solamente el punto de partida y el Torneig de Dramatúrgia fue la «excusa» y el «motor» para «comenzar algo nuevo». «Una condición del Torneig era, por ejemplo, que el texto no tuviera acotaciones. De todas maneras, el texto es para mí un material más para trabajar. No soy dramaturga, no funciono así. Me gusta crear improvisando, creando desde el vacío y es una manera de trabajar que comparto con Josep», detalla. «De hecho, curiosamente, en vez de ganar páginas, las ha reducido», apunta.

Clara Ingold y Josep Orfila en una imagen promocional de la obra.

Por su parte, Orfila advierte que «es muy diferente tener una pieza escrita que levantarla y subirla al escenario». «Este proyecto me ha llevado a los inicios, es algo tierno y mágico. Hemos dejado florecer nuestra creatividad. Es un reencuentro precioso y si el público lo percibe así ya será maravilloso», afirma. Por su parte, Llorenç Balaguer, director del montaje y que se ocupa también del diseño de luces, avanza que en La darrera opció hay mucho «humor crítico», pero no es una comedia. «Es como ese humor accidental que te hace reír sin saber mucho por qué y también te hace reflexionar», señala.

Asimismo, destacan que «nos hemos esforzado mucho para que la pieza fuera abierta, para que cada espectador interprete lo que quiera y no dárselo todo masticado». Por ello, no quieren dar demasiadas pistas acerca del contenido y la forma de la pieza, aunque sí avanzan que trata sobre «temas universales», como la vida, la muerte, el amor, la amistad, la soledad o la emergencia climática.

El músico Jaume Manresa, que se encarga del espacio sonoro, matiza que «la obra está planteada en un no-espacio y la música también la he concebido en esa línea, por lo que no es muy identificativa e incluso puede dar pistas falsas, tiene algún punto marciano. También hay alguna escena de baile y canción».

«La darrera opció es un gran elogio a la relación de Clara y Josep, que se escenifica mediante una ficción protagonizada por dos personajes que, no sabemos muy bien por qué, terminan solos en este lugar indeterminado», añade. Por ello, indica Manresa, en algunas ocasiones se ha dedicado a crear una «capa sonora», un ambiente que «permite entrar en una realidad distinta a la de los dos personajes. Es ficción dentro de la ficción», matiza.