El grupo Lendakaris Muertos.

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Aitor Ibarretxe (voz), Jokin Garaikotxea (bajo), Joxemi Urkullu (guitarra) y Potxeta Ardanza (batería) son Lendakaris Muertos. La banda navarra lideró este sábado un cartel consagrado a los desarrollos vertiginosos de guitarra, en el que compartieron escenario con Duramadre y NOLO. El cuarteto, uno de los grandes exponentes del punk rock cómico, presentó su último elepé, Spainkiller (2020).

En este trabajo, que vio la luz en pleno confinamiento, los pamplonicas mantiene sus constantes vitales, las que les confirieron notoriedad: una base rítmica anárquica y unas letras que patean el vocabulario. Punk salvaje y deslenguado -que es la forma más seria de hacer buen punk- comprimidos en un puñado de cortes breves pero intensos, como manda el canon del buen punk. Todo ello envuelto en su habitual formato bufonesco, histriónico, irreverente y provocativo, un estilo que sigue haciendo ‘amigos'. Tras el anterior Podrán cortar la droga pero no la primavera (2017), los 'lendakaris' retoman su carrera en el mismo punto donde la dejaron, manteniendo vivo un espíritu combativo que sigue la estela de bandas legendarias como La Polla Records o Tijuana in Blue, para dejar claro que la vieja guardia del punk está en buenas manos. Política, corrupción, terrorismo, drogas y, más recientemente, la pandemia, son el viento que hincha las velas de sus canciones, una temática que abordan sin complejos ni censura, pero con mucho humor.

Durante la velada sonaron también las contundentes propuestas de Duramadre, un conjunto mallorquín que cuenta con una colección de temas de cosecha propia; seguido de uno de los grandes referentes del punk rock local: NoLo.