El comediante británico John Cleese. | ROY THOMSON HALL (TORONTO)

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Hablar de John Cleese (Reino Unido, 1939) es hacerlo de un maestro del humor moderno. No en vano, fue miembro del grupo de comedia más importante que ha dado la tierra de Isabel II, los Monty Python, seis humoristas que sintetizaron la idiosincrasia británica en los 60 y 70. Cleese firmó, junto a Graham Chapman, Terry Gilliam –el único norteamericano del conjunto–, Eric Idle, Terry Jones y Michael Palin, obras como La vida de Brian, Se armó la gorda o El sentido de la vida. Una carrera, la de Cleese, que después alcanzó también el éxito en el cine y la televisión, como en la serie Fawlty Towers. El actor, a sus 83 años, recalará en el Auditòrium de Palma el 17 de junio con su espectáculo Last time to see me before I die (La última vez para verme antes de que muera), con el que por primera vez realiza una gira en España.

Lo primero que llama la atención de su show es el título, donde lleva la muerte a un terreno humorístico. ¿Es una manera de quitarle dramatismo a algo como la muerte o una manera de afrontar ese final?
— Diría que es una combinación de todo ello. En este show hablo de la muerte y les aviso al inicio que quizá sea mi último espectáculo. Al final es algo que nos tomamos con humor. En la época victoriana hablaban mucho de la muerte y nada sobre sexo, ahora tenemos el reverso. La muerte es parte de la vida y deberíamos tener una mejor actitud ante ello.

Está considerado como un maestro del humor moderno. ¿Cómo recibe uno esos halagos?
— Lo dicen los expertos pero nunca me lo han dicho a mí (risas). No sé si mi manera de entender el humor es moderna, solo sé que a muchísima gente le gusta mi humor. Lo digo porque la comedia que se hace ahora es básicamente stand up [monólogos] y yo no hago eso, lo mío es algo diferente. Eso sí, cuando los mejores comediantes de hoy en día me dicen que están influenciados por mí siento mucho orgullo.

El público de la Isla lleva mucho tiempo esperando su espectáculo ¿Cómo han sido estos años de aplazamientos y cancelaciones debido a la pandemia?
— En un sentido profesional ha sido muy malo, dañino. Además de posponer y cancelar, me vi forzado a actuar en sitios como Dubai o Singapur, donde hice shows para una audiencia que no es la natural para mí, porque implica viajar mucho para no ganar demasiado dinero. También es cierto que en los 60 y 70 la BBC y la televisión en general estaba llena de humoristas, ahora los ejecutivos de las cadenas piensan de otra manera diferente. Por eso ahora básicamente hago teatro, que me encanta.

¿Qué veremos en este montaje?
— Siempre consulto la actualidad del lugar que visito para saber qué está pasando. Igualmente, lo que me interesa con mi show es que la gente se ría el mayor tiempo posible, aunque en algunos momentos también me gusta explicar las cosas de una manera correcta, porque hay dos maneras de probar al público, de una manera afectiva o haciendo daño, y eso me parece horrible.

Tengo entendido que es un enamorado de Mallorca...
— Creo que es el mejor sitio del mundo para vivir. Sigo regresando a la Isla porque es un lugar ideal por su clima, por su interesante cultura, la comida que se come es muy sana. Es ideal para ver cómo el mundo se viene abajo (risas). Es perfecto, los españoles todavía tienen una dignidad que otros no tienen. Amo Europa, hay algo en sus gentes que me fascina y desde Mallorca puedes estar en cualquier sitio en dos horas y media.

Con el resto de los integrantes de los Monty Python en ‘La vida de Brian'.
Con el resto de los integrantes de los Monty Python en ‘La vida de Brian'.

La sociedad ha cambiado mucho desde los años de Monty Phyton.
— En aquel momento me preocupaban diferentes cosas y no se trataba de simplemente hacer reír al público, se necesitaba algo más para no cansar. La vida de Brian fue nuestro mayor éxito en España, la película gustó muchísimo. Estuvo en un cine de Madrid durante un año.

Los límites del humor vuelven a estar de actualidad tras el incidente en la gala de los Oscar con Will Smith y Chris Rock. ¿Es posible poner líneas rojas a la comedia y a los humoristas?
— Yo diría que el problema es de cada persona y de su manera de tolerar el humor. Es difícil hacer una broma sin que nadie se ofenda, aunque siempre hay unos que se ofenden más que otros. Mi sentimiento me dice que si a la gente no le gusta un tipo de comedia, lo mejor y más fácil es no ir al teatro. Si un libro no te gusta, no lo leas.

En la famosa serie ‘Fawlty Towers', que se emitió en los 70.
En la famosa serie ‘Fawlty Towers', que se emitió en los 70.

En estos momentos de guerra en Ucrania, ¿de qué manera puede ayudar la risa, el humor?
— Aprendí mucho sobre este tema cuando viajé a un festival en Sarajevo. Me contaron que durante el periodo de su conflicto [principios de los años 90] me contaron que disparaban a la gente que cruzaba la calle y que cuando llegaba la medianoche los ciudadanos iban a un local underground, escondido, que se había convertido en un cine clandestino. Y lo hacían para ver comedia, para reír. Gracias al humor se sentían mejor, entendían lo que estaba pasando y les daba fuerza para lidiar con ello.