El equipo de arqueólogos de la ciudad romana de Pol·lèntia (Alcúdia), codirigido por Miquel Àngel Cau, Esther Chavez y Catalina Mas, ha localizado en la finca de sa Tanca de Can Domènech, adquirida hace un año por el Consell de Mallorca, lo que aparenta ser una necrópolis de época romana. La principal hipótesis (a falta de confirmar la datación científica) es que se trata de la calle original que daba acceso a la ciudad romana. Aunque varias de las tumbas que han sacado a la luz las catas habían sido expoliadas, se ha encontrado también una tumba inviolada de la que se ha extraído un esqueleto completo.
La codirectora de las excavaciones Catalina Mas confirma el hallazgo, a la vez que explica que «solo se han realizado cuatro o cinco pequeñas catas y excavado cinco o seis tumbas. Seguramente habrá mucho más». Catalina Mas recuerda la gran extensión del yacimiento de Pol·lèntia que obliga al equipo a concentrar sus esfuerzos en distintas áreas. Eso permite sumar valor a la zona ya visitable y a la vez explorar otras zonas menos conocidas. La campaña de excavaciones se realiza habitualmente en el mes de julio y participan estudiantes y voluntarios llegados de dentro y fuera de España.
La codirectora de las excavaciones indica que es habitual que en los accesos a las ciudades romanas se hicieran enterramientos por lo que, aunque con cautela, parece confirmarse la hipótesis principal de que se trate del límite de la ciudad. Antes de la compra de la finca pública de sa Tanca de Can Domènech se realizaron lecturas con georadares que apuntaban a que el barrio residencial de sa Portella podía continuar al otro lado de la carretera del cementerio de Alcúdia. El Consell de Mallorca compró en junio de 2021 sa Tanca de Can Domènech por un importe de 1,1 millones de euros. Aunque inicialmente la operación de compraventa de los terrenos debía financiarse con fondos procedentes de la ecotasa la caída de ingresos del impuesto turístico durante el inicio de la pandemia llevó al Govern, al Ajuntament y al Consell de Mallorca a cofinanciar con fondos propios la adquisición de los terrenos. Para todos los miembros del consorcio de la ciudad romana la compra era prioritaria por una cuestión de conservación pero también por la posibilidad de construir allí en un futuro un centro arqueológico de referencia.
La finca está situada fuera de la zona visitable del yacimiento, al otro lado de la carretera del cementerio. Las prospecciones geofísicas que se habían realizado hace años daban una idea de la riqueza patrimonial y el potencial de la propiedad en la que el consorcio de la ciudad romana de Pol·lèntia (que integran el Consell, el Govern, el Ajuntament y el Gobierno central) quiere construir en el futuro el Centro de Arqueología Subacuática de Mallorca y Museu de Pol·lèntia.
La compra supuso de facto la ampliación de la zona de protección de Pol·lèntia abriendo la posibilidad a la realización de las primeras catas en la presente campaña 2022. Las prospecciones geofísicas parecían indicar que el barrio de sa Portella (el primero que se visita al llegar al yacimiento) continuaba más allá de la carretera del cementerio. Las primeras catas realizadas en julio abren ahora un amplio abanico para la investigación. Toda la zona excavada ha sido cubierta y es que la finca sa Tanca de Can Domènech acogió solo unos días después de la exhumación de los restos, el multitudinario Cannet Rock. La regidora de Patrimoni de Alcúdia, Bàrbara Rebassa, asegura que «en ningún momento se pusieron en riesgo los restos porque todos los anclajes del escenario se hicieron utilizando pesos con agua sin atravesar en ningún momento el terreno».
Además de su aparente riqueza arqueológica sa Tanca de Can Domènech cuenta con algunas construcciones de época contemporánea que el Consorcio de Pol·lèntia quiere rehabilitar y ampliar para crear (sobre la zona norte en la que aflora la roca madre) un Centro de Investigación Arqueológica Subacuática y un nuevo Museo de Pol·lèntia que se convertiría en un centro de referencia en el campo de la arqueología tardo antigua. La idea pasa por conectar la nueva finca con el barrio residencial creando un paso sobre la carretera del cementerio de Alcúdia que se uniría con la antigua trinchera del tren (situada entre sa Portella y el foro) en la que los expertos planean crear un jardín romano.
¿Es realmente necesario desenterrar más muertos en sus tumbas para conocer la historia arqueológica?. ¿Qué dato nuevo puede aportar sacar a este muerto de su sepultura?. Esperamos que la memoria de esta excavación puede explicarlo convincentemente, sin acudir a tópicos, lugares comunes y generalidades aplicables a todo.
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¿Es realmente necesario desenterrar más muertos en sus tumbas para conocer la historia arqueológica?. ¿Qué dato nuevo puede aportar sacar a este muerto de su sepultura?. Esperamos que la memoria de esta excavación puede explicarlo convincentemente, sin acudir a tópicos, lugares comunes y generalidades aplicables a todo.
¿No pueden dejar los muertos tranquilos?