Vista general de la sala que acoge 'El jardín de Anglada-Camarasa' | M. À. Cañellas

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Un manto verde, de césped artificial, puebla el suelo de la primera planta de CaixaForum Palma. Es lo primero que transporta a los visitantes a un lugar diferente. Concretamente a un jardín, pero no es uno cualquiera, sino que se trata de El jardín de Anglada-Camarasa, que vuelve a la vida con motivo de esta retrospectiva que repasa la pasión, rozando la obsesión, del artista catalán, mallorquín de adopción, por las flores y la botánica en general. Para ello, la muestra propone un recorrido a través de óleos, fotografías, estampas y objetos de la Colección Hermen Anglada-Camarasa con tres ámbitos que pivotan sobre este eje tan florido.

Así pues, Margarita Pérez Villegas, directora de CaixaForum, junto a Carla Tarruella, jefa de contenidos de las exposiciones de arte de la Fundació La Caixa, Arola Valls, comisaria de la muestra, y Silvia Pizarro, nieta del artista y asesora para la ocasión, presentaron juntas desde el propio reconstruido jardín este viaje por el amor floral de Anglada-Camarasa. El proyecto parte del jardín real de El Pinaret de el Port de Pollença, residencia de Anglada-Camarasa cuando se trasladó a la Isla en el año 1926 tras la Primera Guerra Mundial. Allí, el pintor plantó árboles frutales y cipreses, cultivó dalias, hortensias y una gran variedad de rosas, además de incluso traer flores exóticas. Esta pasión por la jardinería se trasladó a su pintura con importante presencia en la década de los años 30.

Los tres ámbitos que configuran la exposición son, primero, Del jardín al lieno, que arranca con la llegada del artista a la Isla y cómo descubrió los paisajes mediterráneos y consolidó su pasión por la botánica. Es en este primer tercio que se incluye la obra Columna florida, un eje central de la muestra que plasma la naturaleza en estado silvestre. El segundo ámbito, Escenarios florales, aborda la internacionalización del artista donde aparecen temas gitanos y elementos propios de las costumbres valencianas. Es en esta segunda etapa que se enmarcan las obras Fra le rose y València, dos lienzos con figuras femeninas con un apartado decorativo protagonizado por flores.

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Carla Tarruella, Silvia Pizarro, Margarita Pérez-Villegas y Arola Valls, esta mañana en CaixaForum.

Finalmente, el último ámbito que cierra la ternia es Complementos de la identidad, que propone una aproximación a la flor desde el papel ornamental y la atribuye a vestidos, sombreros y accesorios de personajes. El recorrido, en su totalidad, no sigue un orden cronológico, sino un guion temático con desplazamiento libre, con dispositivos de mediación que aportan una aproximación a la flor desde la botánica, habiendo colaborado el Real Jardín Botánico de Madrid para la identificación e información sobre las propiedades de las flores pintadas por el artista, catalogándose diferentes tipos de especies.

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Uno de los cuadros que componen la exposición que acoge el centro de Palma.

Además de lo mencionado, también se integra el Espacio Educativo donde la interactuación de los visitantes está relacionada con la propia exposición, permitiendo una actividad lúdica y educativa al mismo tiempo. Pérez-Villegas destacó con esta muestra se puede ver «cómo pintaba las flores y cómo estas pintaban la vida» de Anglada-Camarasa. Por otro lado, Tarruella indicó que «es una manera de hibridar arte y ciencia» debido a la colaboración con el Real Jardín Botánico, y de «ofrecer lecturas de la obra de un artista fundamental de nuestro país».

En cuanto a Valls, describió como «un gozo conceptualizar y desarrollar», algo que hizo con la cercanía y colaboración de Pizarro, nieta del artista, quien describió a su abuelo como «entrañable, bromista, simpático, sociable y con mucho carácter» y confesó que «lo que más me ha sorprendido es cómo desde la estética se puede permitir el conocimiento científico y botánico». La exposición estará abierta al público desde hoy mismo y hasta el próximo 25 de agosto de 2024, por lo que hay casi dos años por delante para poder disfrutar del reflorecimiento del jardín de Anglada-Camarasa.