Lógicamente, la declaración de la Unesco contribuyó a que la Sibil·la se conociera en todo el mundo, «globalizando» así una parte de esta tradición que sigue celebrándose la noche del 24 de diciembre en todas las iglesias de la Isla, durante el oficio de matines de la vigilia de Navidad. Sin embargo, Vicens insiste en que sigue llevándose a cabo «como siempre se ha hecho». Por otra parte, el impacto se ha materializado en la proliferación de «manifestaciones culturales», como la publicación de ensayos, la grabación de discos o la celebración de conferencias.
En este sentido, Vicens avisa que «hay músicos que conocen, en mayor o menor medida, la tradición y el personaje y han querido explorar la Sibil·la desde nuevos lenguajes, como el jazz o el metal». Para el autor, el hecho de que haya nuevas propuestas es algo positivo. «Es una tradición de referencia de la Navidad y, por lo tanto, no peligra. Lo preocupante sería que las nuevas prácticas sustituyeran a la que se ha hecho siempre. A la Sibil·la no hay que salvarla porque nunca ha estado en peligro, que yo sepa», asegura.
Y en esta «ampliación del abanico de representaciones», el investigador señala que se ha «magnificado la parte performativa». «La Sibil·la es una mujer poderosa que tiene la capacidad de predecir el futuro, por lo que infunde respeto y también temor. Es un relato muy útil dentro del discurso feminista, para el siglo XXI y para ahora, con la pandemia, los cataclismos por el cambio climático y las guerras. El mundo exige una revisión y la Sibil·la pone la atención precisamente en esto. Es un grito de urgencia», matiza.
Así pues, bienvenidas sean todas las exploraciones de la Sibil·la. «Y que nadie se escandalice», añade Vicens. «En todas las épocas, los músicos han usado recursos de cada momento que les son propios. Ahora, por ejemplo, los elementos tecnológicos con bases preprogramadas. La improvisación siempre ha formado parte del Cant de la Sibil·la. Es una actividad humana y, como tal, las personas pueden interpretarlo a su manera, hacérselo suyo y, en consecuencia, está siempre en transformación», razona.
Por otra parte, la Sibil·la, tal y como destaca el investigador, implica la participación de toda una comunidad, que se constituye en una especie de equipo: desde la persona encargada del vestido, hasta el organista o la propia Sibil·la, que tiene que cuidarse mucho la voz y ensayar. «Muchas chicas jóvenes o mujeres que la interpretan aseguran que es muy diferente a todo lo que han cantado en su vida. Subir allí se convierte en una experiencia trascendental y mística. Muchas me han contado que les conecta con sus antepasados o con algún ser querido que ha muerto», asegura.
Un valor añadido del libro, según el propio autor, es que incluye un centenar de fotografías inéditas, así como veintiséis entrevistas que ha llevado a cabo Vicens con testimonios que han tenido un papel activo en relación con el Cant de la Sibil·la en Mallorca, desde Joan Parets Serra –mentor de Vicens, al que considera el «primer divulgador de la Sibil·la, que falleció el año pasado–, Ricard Terrades –director musical de la Escolania de Blauets de Lluc–, la cantante Maria del Mar Bonet –especializada en música tradicional y que la ha cantado durante dos décadas en la iglesia de la Bonanova de Barcelona y en el Palau de la Música–, la vocalista de jazz Júlia Colom –la ha cantado en lugares como Francia, Nueva York o la India–, los musicólogos Amadeu Corbera y Bàrbara Duran, el profesor de geografía Ivan Murray o la directora insular de Patrimoni del Consell, Kika Coll –quien además firma el prólogo. De hecho, muchos de ellos participarán en la presentación del miércoles.
5 comentarios
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SisetMuchas gracias por su copy/pega de la página del Consell. Con lo que demuestra su destreza en buscar la información, falta saber si tiene igual capacidad para asimilar los datos con que se rebaten sus comentarios. Se ha olvidado la última parte, sigo con un copy/pega: "solamente ha pervivido en Mallorca y en Alguero, convirtiéndose en uno de los pocos ejemplos vivos de las expresiones folclórico religiosas de origen medieval. Hoy es uno de los rasgos más tradicionales de las celebraciones navideñas de nuestra isla". Lo cual demuestra que huérfana desde 1563 (año de finalización del Concilio de Trento), la Sibila ha sobrevivido, y al igual que la "LLENGO MALLORQUINA" es propia de las Baleares, y de Alguer como hermana. Con lo que debo dar la razón al comentarista "ca de bou" en lo que no se la hagan suya otras CCAA, como ya ha ocurrido en otros temas.
El jooooorn del judiiiiiici, parra qui no haura fet serviiiiciiii...
ca de bou"La Sibil·la és un cant d’origen medieval que forma part de les matines de Nadal i només ha perviscut a Mallorca i a l’Alguer. Va ser una de les dramatitzacions medievals nadalenques que més arrelaren a la península, sobretot a Catalunya, des d’on va arribar a Mallorca després de la conquesta de Jaume I. A l’Europa de l’edat mitjana, moltes celebracions litúrgiques s’acompanyaven de representacions i drames de caire didàctic i moral per fer-les més entenedores al poble, sobretot durant els cicles de Nadal i Pasqua. Amb el pas dels segles, aquestes representacions varen anar evolucionant, fins que l’Església va deixar de considerar-les útils i les va prohibir de manera expressa." que consti en acta un poc d'informació que no sobra mai
Que conste en acta que es mallorquina, de las Baleares. Que no se la hagan suya otras CCAA.
Las cosas que se utilizan y tienen interés, sobreviven. Lo que no sirve hay que darle subvenciones y chiringuitos