Hay muchas películas, que no demasiadas, sobre la Guerra Civil. ¿Qué le impulsó a adentrarse en un tema tan peliagudo?
—Primero de todo quería apuntar que, como bien dices, no hay demasiadas; pero es que, además, no hay tantas. Asimismo, hay que tener en cuenta que, como señalas, es un tema peliagudo, pero no debería serlo. Y ese es un buen análisis de nuestra sociedad. Si comparas otras cinematografías de Europa que han tenido unas circunstancias parecidas, te das cuenta de que su producción es muchísimo mayor. En España tenemos miedo a acercarnos a este conflicto.
En su caso opta por acercarse a partir de la investigación de unos adolescentes.
—Sí, aunque lo que he hecho no es del todo novedoso, otros cineastas españoles o franceses, sobre todo, ya lo han hecho. Es una manera de relacionarlo de forma intergeneracional, con los que se fueron jóvenes a la guerra y los que son jóvenes hoy en día. Era importante que los jóvenes participaran de forma activa.
Plantea un juego de espejos, entremezclando temporalidades: pasado y presente.
—Esta fue una de las razones de ser de la película, que planteamos como un experimento o un juego. No sabíamos dónde llegaríamos porque no sabíamos el grado de implicación de los cuatro chavales que finalmente dedicaron un esfuerzo y una pasión tremendas. Empezaban acercándose a los materiales orales, escritos y audiovisuales y, a partir de ahí, reaccionaban.
Otra cuestión es cómo enseñar Historia a los jóvenes. Algunos confiesan que no es precisamente su asignatura preferida porque les aburre.
—Cuando presentamos Un cielo impasible en los centros escolares y luego hacemos un coloquio te das cuenta de que los adolescentes exigen literalmente al profesorado que les enseñen mejor y desde pedagogías alternativas. Sí que tienen la necesidad de estar bien informados, pero no les damos las herramientas. La culpa aquí es colectiva. Es un problema político mal heredado, con leyes educativas que van cambiando con la ideología que gobierna. Ese batiburrillo sumado al miedo de qué dirán los padres o cómo reaccionará la comunidad educativa...
Los cuatro jóvenes y uno de los historiadores debaten sobre si es posible enseñar Historia de forma neutral, sin adoctrinar.
—Es uno de los puntos de inflexión de la película. ¿Es posible trabajar, pensar o analizar la memoria de un país como el nuestro desde una perspectiva neutral? Después de la investigación de meses, los chavales ven la conversación que tuvieron en la pantalla y se cuestionan lo que dicen. A mí no me interesaba un filme unívoco, algo prácticamente imposible en el análisis de la historia. Porque, como se dice en la cinta, una cosa es el análisis militar de una batalla, como la de Brunete, y otra es el posicionamiento para comprender lo que sucedió.
Incluso sugieren que, a veces, la libertad de cátedra podría llegar a ser contraproducente.
—Se juntan formas de pensar el sistema educativo que a veces colisionan. Si das libertad de cátedra, algunos intentan venderte su ideología. Lo importante es que exista libertad. Los encontronazos dentro de la educación, el periodismo o el arte han de existir como norma. Esa es la base del diálogo. El problema es la polarización. No hay un marco de referencia claro de lo que sucedió, aún seguimos dudando de cosas tan evidentes como que en el 36 hubo un golpe de Estado. La cuestión es que no se enseña por miedo y, en consecuencia, los jóvenes no tienen herramientas ni información para defenderse de esta renovación de los fascismos.
El debate es la razón de ser de Un cielo impasible'.
—Lo que me importaba es que, en el transcurso de la película, saquen sus propias conclusiones. No quería hacer como una guía jerárquica. Hay gente que ha acusado la película de no tener un punto de vista ideológico claro, de moverse en la equidistancia. Yo tengo clara mi posición, pero la idea era debatir, que los chavales y los espectadores sacaran sus propias conclusiones. Eso era más importante que hacer un panfleto.
Llama la atención las escenas en las que los visitantes se hacen selfis sonrientes en lugares donde tuvieron lugar tantas tragedias.
—El tanatoturismo es una tendencia del mercado capitalista que ha dado un paso más allá, ofreciendo diversión en lugares donde sucedieron grandes catástrofes. Esas secuencias tienen un componente simbólico que es, precisamente, de donde nace la película. La pareja haciéndose selfis en esa zona donde tuvo lugar la batalla de Brunete es el gran momento que hizo que pensara Un cielo impasible.
7 comentarios
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SisetO igual tu ….
Entre cocineros, concursos televisivos para superdotados, programas del corazón y como no, la eterna guerra civil española creo que llegarían a hartar un muerto. Y con las nuevas tecnologías de redes sociales, blogs y derivados cada cual pone de su cosecha, según su ideología o manera de pensar. Siempre me he acordado de una frase que leí de un gran periodista: Si quieres ser buen periodista y no sabes una cosa o solo lo sabes a medias no la publiques. Nada más lejos de la realidad.
AsturVeus, tu ets un d'aquests que estan mal informats. Un bando defensava la llei vigent i l'altre va pegar un cop d'estat militar ilegal per defensar les idees feixistes
La historia escrita por la izquierda es terrible, mejor que no la le a ningún joven para que no se sienta estafado ya que todo es mentira.
Y a los más veteranos de por aquí ¿les importaba mucho en su infancia la guerra de independencia que libró España para expulsar a los invasores franceses entre 1808 y 1814? Seguramente no, porqué no es algo que hayan vivido y tenían otras prioridades en su mente, pero es que encima pocos se atreven a intentar explicar la historia desde los distintos lados. Conocer el pasado es algo muy importante, pero ser cansinos cada día con la misma batallita es agotador para cualquier joven. Para ellos la guerra civil está tan alejada como la guerra de independencia.
Los jovenes estan informados de lo que quieren estar informados. Tienen internet y ahí estan hasta los planos para fabricar una bomba nuclear. Lo que les interesa lo buscan , lo que no, no. Y no les interesa que les coman el tarro con batallitas de rojos contra nacionales. Estan pendientes de SU futuro, no como los perderdores de todas las batallitas que no hacen mas que recordarlas y meter odio en la sociedad. Los rojos perdieron, punto. MIREN HACIA ADELANTE POR FAVOR!!!!
Me parece muy bien que los jóvenes se informen. Una pregunta, en este film se deja claro las barbaridades y los asesinatos cometidos por ambos bandos ? o por el contrario se entrevé que unos son los buenos y otros los malos? Uno se va del cine con la sensación de que hace ya casi casi 80 años que ocurrió y que hay que aprender de los errores de ambos bandos para que nunca se vuelva a repetir ? o se va con la sensación de odio y rencor hacia un bando en concreto? Pregunto porque no la he visto. Gracias.