Sebastià Mascaró, Ivan Murray, David Abril, Rafael Borràs, Imma Prieto, Catalina Solivellas y Berta Sureda, este jueves en la presentación de la segunda edición del LAP. | Teresa Ayuga

TW
1

Después de su «exitoso» estreno el año pasado, en la que participaron más de 400 personas, Es Baluard Museu d'Art Contemporani ha presentado esta mañana en rueda de prensa la segunda convocatoria de LAP. Zona de contacto, el programa de formación que apuesta por el pensamiento crítico y el cambio social. Esta edición, que se llevará a cabo entre febrero y mayo de este 2023, también contará con cinco módulos de trabajo o ejes temáticos: Nueva institucionalidad, Ecologismos, Trabajos, Feminismos y Fronteras. Cada uno de ellos contará con un tutor y estará precedido por una conferencia inaugural a cargo de un profesional de gran renombre internacional, como Frances Morris, Rita Segato, Silvia Federici, Boaventura de Sousa Santos y Sandro Mezzadra.

Lo que sí será diferente respecto al año pasado, ha avanzado Prieto, es que el resultado final será la creación de un «documento común y colaborativo» con el que se pretende tener una «incidencia directa en la sociedad». Además, ha señalado, «cada módulo tendrá unas capas o estratos que se retroalimentan, un código de buenas prácticas que haremos llegar a las instituciones gubernamentales».

La directora de Es Baluard, Imma Prieto, ha insistido en que este programa de formación «genera conocimiento, pensamiento y, sobre todo, debate», haciendo hincapié en el rechazo por un «pensamiento único» y la necesidad de «confrontar opiniones sobre en qué sociedad queremos convivir». «Las sociedades de hoy son organismos vivos y, por tanto, en constante transformación y constituidas por multiplicidad de subjetividades críticas», ha precisado.

En este sentido, Prieto ha hablado de «laboratorio», pues «no queremos hacer escuela o enseñar, sino generar un laboratorio en el que experimentar, decidir y cartografiar». «Por eso es tan importante el subtítulo del proyecto, Zona de contacto, ideado por cierto antes de la pandemia, porque tenemos que ser capaces de crear un espacio de acompañamiento y convivencia». «Una cosa es segura: somos herederos no de una, sino de múltiples crisis no resueltas. La sanitaria, la medioambiental, la bélica... hay que sumar todas ellas y repensarlas», ha incidido Prieto, quien ha agradecido el apoyo de la Consejería de Fondos Europeos, Universidad y Cultura y de Catalina Solivellas como directora general de Cultura del Govern.

Equipo docente

El equipo docente de esta segunda edición está formado por Steven Forti, Janna Graham, Pablo Martínez, Ildefonso Narváez, Jordi Colomer, Sebastià Mascaró, Aina Calafat, Monica Di Donato, Aniol Esteban, Yayo Herrero, Jaime Vindel, Ivan Murray, Nuria Alabao, Ana Devic, Marta Malo de Molina, Gabi Ncobo, Brigitte Vasallo, Arquitectives, Santiago Alba Rico, Tania Bruguera, Olga Bryukhovetska, Hamlet Lavastida, Gemma Pinyol, Remei Sipi, David Abril, Daniel García Andújar, Paola Lo Cascio, Isabell Lorey, Martha Rosler, Ibrahim Mahama y Rafael Borràs.

Ivan Murray, que se encargará del módulo de Ecologismos, ha destacado la «creatividad» de todos los que participaron el año pasado y el «alto nivel» desde el punto de vista académico. «Esta edición se plantea bastante similar, aunque siempre hay diferencias porque depende mucho del grupo que se forme, eso es precisamente lo bueno de que sea un laboratorio».

Rafel Borràs, que liderará el de Trabajos, ha remarcado las «precariedades laborales y vitales» que azotan la sociedad actual y muy especialmente el sector cultural, muy afectado por «el capitalismo que nos ha tocado vivir a estas alturas del siglo XXI». «La sociedad en conjunto se está empezando a hacer cargo de la precariedad de los artistas y de todos los creadores en general y eso es positivo», ha matizado.

Finalmente, Sebastià Mascaró, quien fuera director del Casal Solleric entre 2017 y 2019, ha valorado la «oportunidad de debatir y construir conjuntamente» a partir y sobre las instituciones. «Hay una nueva institucionalidad entendida como un organismo vivo, conectado a la vez a la comunidad y que existe gracias y por la comunidad».