Bartolomé Seguí posa con su nuevo libro, 'Boomers' (Salamandra Graphic). | Pilar Pellicer

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Tras compartir proyectos y aventuras a lo largo de los últimos años junto a Felipe H. Cava –con quien de hecho ganó el Premio Nacional de Cómic 2009 por Las serpientes ciegas–, Gabi Beltrán –coautor de Historias del barrio (2016)– y adaptar junto a Hernán Migoya los títulos más célebres de Vázquez Montalbán –Tatuaje, La soledad del mánager y Los mares del surBartolomé Seguí (Palma, 1962) encontró por fin el momento de lanzar un proyecto propio, más íntimo y personal.

El resultado es Boomers (Salamandra Graphic), un retrato «nostálgico» de una generación marcada por el desconcierto del presente y la incertidumbre del futuro. Para ello, el autor y colaborador de Ultima Hora recupera sus emblemáticos personajes Lola y Ernesto que, como el propio Seguí, han llegado ya a los 60 años. El autor hará una doble presentación en Palma: el 9 de febrero en Rata Corner y, al día siguiente, en Univers del Còmic.

«Hacía veinte años que no encontraba el momento para hacer un guion propio y la verdad es que me apetecía. Aunque he estado muy bien acompañado por guionistas excelentes, echaba de menos controlar a mi antojo el tempo de la narración gráfica», reconoce.

Siempre interesado en las historias cotidianas, como él mismo asegura, Seguí condensa en un centenar de páginas la sensación de «vértigo» de quien llega a la madurez. «Descubres un día que te han pasado cuarenta años por encima; y que no te quedan tantas cosas por hacer como las que has hecho. Aún así, el balance es bueno. Creo que fue Juan Marsé quien dijo que, al final, lo único que importa es querer y que te hayan querido», razona. Con todo, insiste en que «aunque haya mucha vivencia personal, Boomers quiere ser un retrato más generacional que personal, de ahí que el papel protagonista lo asuman Lola y Ernesto, Rita y Héctor, que ya fueron una suerte de alter ego en mis primeras historias en los años 90», aclara.

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«Boomers quiere mostrar el estado de ánimo y las preguntas que se hace mi generación. Evidentemente, la nostalgia planea sobre todo el libro, pero he intentado evitar un tono excesivamente melancólico, pues la melancolía implica cierta tristeza, y yo siempre prefiero la comedia. La comedia es ideal para hablar de los temas importantes», sonríe.

Así pues, Boomers refleja la consciencia de que The times they are a-changing, como cantaba Bob Dylan ya en los 60; de que «aunque sigas aquí, estos ya no son tus tiempos y serán los que llegan detrás los protagonistas, y hay que saber aceptarlo sin caer en la eterna queja de que nuestros tiempos eran mejores y qué barbaridad ahora todo. Puede no gustarte o no sentirte apelado por cómo cambia todo; pensar, como el protagonista, que ya no eres el target de los cambios que vienen. Ya sé que suena a batallas de abuelo, pero con el desarrollo de la tecnología y la inteligencia artificial, los cambios que afectarán a las relaciones personales y a la propia percepción de lo que es verdad y lo que no van a ser apabullantes.

En este sentido, Seguí admite que, al contrario de lo que dicen, «con la edad me he vuelto más radical» y lamenta el desencanto por la política. «Ahora, defender obviedades de justicia social es de ultraizquierda y reconocer o pretender corregir los fallos de nuestro sistema capitalista no te convierte en un antisistema. Cada vez cuesta más decir lo que piensas, tal vez por miedo a perder la poca seguridad que nos queda. Te venden la equidistancia como la opción más justa y eso me da mucha rabia. Entre un demócrata y quien quiere cargarse la democracia no hay equidistancia posible; o entre un maltratado y un maltratador.

Proyectos

Dentro de algunas semanas, Disset Edició publicará un poemario de Carlota Vicens ilustrado por Seguí, en lo que será su debut en este género. «La poesía siempre me ha parecido muy difícil de ilustrar porque un dibujo demasiado concreto puede estropear un poema. Para un ilustrador tan narrativo como yo era muy complicado, así que como son poemas sobre cine, y cine y cómic comparten una narrativa secuencial, lo he llevado a mi terreno y he hecho para cada poema un pequeño cómic de tres viñetas», avanza.

Por otra parte, en el último trimestre de este año lanzará con Salamandra Graphic la adaptación de la novela de Manuel Jabois Malaherba (Alfaguara, 2019). «Su lenguaje me recuerda al universo de Sempé y de El pequeño Nicolás». «Habré pasado de una historia de sexagenarios a otra protagonizada por un niño de diez años», bromea.