Imagen de una de las salas expositivas del Museu de Lluc. | Pere Bota

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El Bisbat de Mallorca denunció hace algo más de dos semanas ante la Guardia Civil la «sustracción» de diversas piezas de joyería que forman parte de la colección museográfica del Museu de Lluc, que se ubica en la parroquia de Nuestra Señora de Lluc i Sant Pere del Santuari. De manera cautelar y para «facilitar la investigación de los hechos» se procedió al cierre de las salas y, de momento, permanecerán así hasta nuevo aviso.

En total han desaparecido del museo once piezas, un lote en el que figuran ‘cordoncillos', colgantes, rosarios y pendientes de la colección del museo. Cabe recordar que estas colecciones tienen un «gran valor patrimonial y religioso, más allá de su valor monetario», y que están protegidas por su declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), detalló a este diario el vicario de Cultura i Patrimoni del Bisbat de Mallorca, Francesc Vicens.

En el escrito de la denuncia, contra autores desconocidos, se narra la sucesión de los hechos. Todo empezó el pasado lunes 6 de febrero, gracias a las fotografías realizadas por un visitante, Mateu Abdon Martorell, al museo en agosto de 2021 y repetidas recientemente. Una vez comparadas las dos instantáneas «se advierte la aparente substitución, en tres vitrinas de pared de la sala del Tesoro de la Virgen, de tres ‘cordoncillos' (lujoso collar de oro macizo propio de la indumentaria tradicional femenina de Mallorca) por tres cadenas de anillas (adorno común y más sencillo).

Posteriormente, y una vez comprobados los hechos, el 10 de febrero se acuerda entre la dirección del Santuari de Lluc y la empresa gestora del museo el cierre temporal del espacio con la finalidad de esclarecer los hechos. Tres días más tarde, el lunes 13 de febrero, con la colaboración del citado visitante y autor de las fotografías que han sacado a la luz esta sustracción, se efectúa una exhaustiva observación de las vitrinas comparándolas con los listados del Butlletí Oficial de les Illes Balears (donde figuran los elementos que integran las colecciones del Museu de Lluc que son BIC), con las fichas de las piezas que guarda el archivo de Lluc y con fotografías de páginas de un libro de la antigua directora, Elvira González, que contiene imágenes de la colección. Tras este análisis se confirmó que faltaban más piezas, además de los ‘cordoncillos'.

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Piezas que pertenecen a la colección del Museu de Lluc.

Así, según ha podido saber este rotativo, las piezas faltantes son dos colgantes del siglo XIX, ambos de oro, vidrio de colores y cristal; tres ‘cordoncillos' de la misma época, todos ellos de oro; un rosario con medallón, de 1890, de plata, vidrio, oro, piedra y miniaturas; dos colgantes con la cruz de Malta con corona, ambas del siglo XVIIII, de oro y esmalte; pendientes de oro y coral del siglo XIX; y dos rosarios, uno de ellos de pasta cristal, oro, carey y textil metálico, y el segundo de semillas de madera, plata dorada, oro y una perla.

Según sostiene el vicario Francesc Vicens, cuando se percataron de los hechos optaron por denunciar y no «dar la voz de alarma porque no se había visto violencia ni que las vitrinas hubieran sido forzadas». Alerta de que «estas piezas tienen un gran valor religioso y patrimonial, son BIC, por lo que estamos ante una situación muy seria y delicada», añadió.

Vicens, que espera que los hechos se aclaren pronto, comentó también que desde el «minuto cero» el Bisbat de Mallorca trabaja de manera coordinada con el Departament de Patrimoni del Consell, cuya responsable es Kika Coll.