Regina Rodríguez Sirvent, en una imagen promocional | Guillem H. Pongiluppi

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Regina Rodríguez Sirvent (Puigcerdà, 1983) reconoce que, cuando empezaron a referirse a ella como «el fenómeno literario que no te puedes perder» –como reza en la faja de la décima edición de Les calces al sol (La Campana), mientras se está a punto de imprimir la undécima– no se lo terminaba de creer y que era algo «excesivo». Sin embargo, a estas alturas, la etapa de sorpresa ya está un poco superada, aunque le sigue haciendo mucha ilusión recibir mensajes de todos sus lectores. Porque, insiste, «que alguien lea tu historia, en la que te has dejado la piel, es un regalo».

Este sábado 27 de mayo a las 12.00 horas, la autora presentará este exitoso debut junto a Laura Gost en los jardines de La Misericòrdia de Palma, dentro del ciclo Llibres, arts i sons de la Biblioteca de Cultura Artesana. Además, también habrá una actuación del cantautor Esfilldesfar. No sería de extrañar que se colara alguna canción de Antònia Font, cuya canción Wa yeah! es la banda sonora de un gran amor de la protagonista y de la que la autora es «extremadamente fan».

A diferencia de lo que suelen puntualizar los autores antes de que arranque el relato, la escritora catalana asegura que el parecido entre los personajes ficticios y reales «no son pura coincidencia». Y es que, al igual que Rita Racons –la protagonista de Les calces al sol– la autora también se marchó de au pair a Atlanta (Estados Unidos) en un momento de crisis existencial tras terminar a desgana la carrera de Psicologia en la Universitat Autònoma de Barcelona.


Experiencia


Eso sí, a diferencia de Rita, Regina no llegó hasta allí por accidente, «aunque me han pasado cosas mucho peores y eso me podría haber sucedido a mí perfectamente, soy muy despistada».
Rodríguez Sirvent partió a América hace ya quince años y decidió que tenía que compartir su historia hace diez.

«No encontraba el momento de hacerlo ni tampoco sabía cómo afrontarme a este desierto que es escribir una novela. La dejé reposar durante un año y luego me puse a podarla. Solamente envié el manuscrito a Penguin Random House [grupo en el que se incluye La Campana], pero me consta que la persona que lo recibió luchó mucho para que la escucharan. Después me he encargado yo misma de luchar para que le hicieran caso. He enviado montones de cajas de calces por Catalunya y por las Islas. El fenómeno boca-oreja es el que ha hecho que funcionara. No hay nada más poderoso que acabar de vivir una historia y tener la necesidad imperiosa de compartirla. Este es el secreto», cuenta.

Portada de 'Les calces al sol'
Portada de 'Les calces al sol' (La Campana). Silja Goetz firma la imagen.

Proyectos

Sobre su próxima novela, Rodríguez Sirvent avanza que «de momento, escribo cosas que me han pasado y por eso no descarto que vuelva Rita Racons» y, a la vez, asegura que «estoy trabajando para que Les calces al sol sea una película, no descansaré hasta que suceda».

«Creo que la vida es una y confío firmemente en los sueños, aunque haya que luchar a muerte por ellos. Si inviertes toda tu energía para que se hagan realidad lo puedes conseguir. Esta es la primera vez en la vida que siento que he podido cumplir mi sueño a lo bestia», concluye.