Miquel Ángel Aguiló, este viernes, tocando el violonchelo en la cafetería Edeen de Palma. | Pere Bota

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La música también puede servir como medio de comunicación. Así lo ha demostrado Miquel Àngel Aguiló, compositor y director de su nuevo proyecto: Vol_Art 4. El violonchelista quiere transmitir un mensaje espiritual, concienciar sobre la paz y el horror de la guerra ucraniana. Su nueva aventura artística se llevará a cabo el próximo sábado 1 de julio en el Castell de Bellver, a las 21.00 horas. «Me gusta que la música tenga un mensaje, que no solo sea música», comenta Aguiló. Para el artista, la misión de sus proyectos es transmitir un mensaje espiritual, entendido como una comunión entre el espectador y el músico. El anterior proyecto del compositor estuvo dedicado al clima, un tema preocupante actualmente, «era un alegato a favor de ir con cuidado con lo que estamos haciendo con nuestro entorno», cuenta.

Para Vol_Art 4, Aguiló ha decidido focalizar la temática en la paz, centrándose en la guerra de Ucrania. De esta forma, reivindica la necesidad de crear conciencia a través de las melodías. «De alguna manera, con la música se hace el mundo un poquito mejor, un mundo sin música sería mucho peor, más triste» considera el violonchelista. El espectáculo dará comienzo con la soprano Lorena Bonnín y un repertorio, según el director, que «está hecho sobre letras de gente con un grado de iluminación, tipo Mahatma Gandhi o Martin Luther King». En la colección también destacan citas de Teresa de Calcuta o la bailarina Pina Bausch, combinando frases de mujeres y hombres. «Estas canciones destilan belleza y reflexión», comenta.

La segunda obra del programa consiste en la Micro simfonía Ucraïna, elaborada en el momento en el que Putin anunció el ataque contra los ucranianos. «Con esta obra quiero revivir en primera persona el espanto que está ocurriendo en el país ucraniano, ya que parece que es una noticia gastada que no nos impacta», sentencia Aguiló. Esta segunda parte se divide en cuatro movimientos que, a diferencia de la primera, no tienen apenas belleza, «enseñan la fealdad del mundo, el miedo y el desasosiego». Entre los sonidos de las sinfonías destacan las palabras de Putin cuando comenzó la guerra, un código morse interpretado por instrumentos, sirenas o incluso disparos. De esta manera el director recrea el momento que vivieron los ucranianos en febrero.

Finalmente se llevará a cabo un «acto ritual, como de la llegada de la luz», según lo describe Aguiló. Para ello se va a producir un acto sorpresa en el escenario que dará comienzo al concierto de piano, denominado Concert per la pau, de Magí Garcías. «Este acto es una obra esperanzadora, que empieza como una plegaria muy intimista que poco a poco va evolucionando con paisajes luminosos o momentos de conflictos», avanza. El proyecto acaba de una manera muy luminosa con una sorpresa muy emocionante y esperanzadora. En cuanto a los futuros proyectos de Miquel Àngel Aguiló, la igualdad de género es un tema muy presente en su cabeza: «Creo que la humanidad ha cometido el gran error y la gran injusticia de perder el cincuenta por ciento del talento mundial, que durante años se ha escondido en las mujeres».