El fotógrafo Xim Izquierdo posa para este entrevista en Palma. | Pere Bota

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Una turista de edad avanzada disfruta del sol mientras, literalmente, se torra y arde. Un enorme crucero navega, pero no sobre el mar, sino sobre las oleadas de guiris. Un autobús intenta llevar a sus pasajeros a una cala bordeando un camino saturado de gente. Estas descripciones no son de la Mallorca actual ni –esperemos– futura, pero bien podrían serlo. Son las creaciones que el artista mallorquín Xim Izquierdo comparte en sus redes sociales desde hace semanas y que no solo se están viralizando, sino que están dando mucho de qué hablar a todos aquellos que las ven por razones obvias: tratan los temas candentes de la masificación turística y el cambio climático. Y todo ello con el uso de otra de esas cuestiones tan de moda: las inteligencias artificiales.

Una turista se torra al sol literalmente.

Izquierdo, que se formó como diseñador gráfico y derivó hacia la fotografía al usarla como «una herramienta principal de trabajo y también personal», explica que él se considera muy «reacio a todo el tema de la manipulación digital, los fotomontajes y todo esto», pero su «vena curiosa» despertó ante las inteligencias artificiales. «Fui probando y vi que son una herramienta más y no hay que oponerse a ellas, sino adaptarse». Así empezó a probar cosas «y comenzaron a salir cosas muy interesantes».

Así pues, desde la «ironía, la sátira y el humor», trató de «probar conceptos e ir jugando con las ideas del cambio climático y el exceso del turismo masivo, pero siempre desde la parodia». Así surgieron las primeras creaciones de una Mallorca totalmente entregada no solo a las visitas de viajeros, sino también al desenfreno antiecológico. No obstante, en este caso la ficción sí supera a la realidad, con ejemplos delirantes, tronchantes y, al mismo tiempo, concienciadores como un turista ardiendo feliz en la playa o un gigante barco aplastando a la multitud.

Una de las imágenes creadas por Izquierdo con un barco sobre la gente.

«Es una cuestión de encontrar un equilibrio, hay mucha prueba y error, muco experimentar y el factor sorpresa siempre está presente porque aunque pongas las mismas órdenes, la aplicación nunca te da los mismos resultados, es muy aleatorio todo el tiempo». En su caso, concretamente, trabaja con Midjourney, una de las muchas herramientas de Inteligencia Artificial que están disponibles hoy en día y que da resultados magníficos, además de ofrecer una grandísima variedad de posibilidades, como «decir qué cámara quiero usar, velocidad de disparo, estilo de fotógrafos, etcétera».

Confiesa Izquierdo que «nunca había tocado estos temas antes fotográficamente y ha sido jugando que han salido, pero han tenido mucha repercusión y creo que voy a seguir probando, pero siempre desde el sarcasmo porque si me pongo muy serio creo que la gente se me tirará al cuello». Aunque, de momento, todo ha sido muy bien recibido: «He tenido cero críticas negativas, todo son risas y la gente lo recibe muy bien», asegura.

Sobre si dudan sus seguidores ante algunas imágenes y si son reales o no, confiesa que ha habido algún caso de gente que se lo ha terminado creyendo, porque «prácticamente hay momentos en los que es imposible decir si es real o una imagen hecha con IA», no obstante, se muestra partidario de su uso, ya que explica que es como dar una cámara de fotografía a alguien que no sabe usarla y otra a alguien que sí sabe: «Al final lo que importa es el ojo y el mundo que creas».

Es cierto que es difícil de imaginar cómo será Mallorca en unos años si el cambio climático y la masificación continúan su camino, pero al menos ahora parece que podemos echar un vistazo y hacernos una idea.