Francesc Llompart, Amanda Vich y Sebastiá Alzamora. | Carles Domènec

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Los tres directores de la primera época del Espai Mallorca de Barcelona se reencontraron el sábado en un acto de celebración de los 25 años de la primera inauguración de la entidad. Sebastià Alzamora, Francesc Llompart y Amanda Vich recordaron anécdotas y vicisitudes de sus gestiones.

El 25 de septiembre de 1998, la entidad vio la luz en un local situado en la calle del Carme del Raval barcelonés, por iniciativa de la Conselleria de Cultura del Consell de Mallorca y del Gremi d’Editors de Balears. En noviembre del año 2012, durante la legislatura del presidente José Ramón Bauzá, el Gremi d’Editors cerró la entidad. De la oposición a la clausura, se creó una plataforma ciudadana para reabrir la librería y centro de actividades culturales relacionadas con Balears. Así se refundó un nuevo Espai Mallorca, esta vez en la Plaça Martorell, al lado de las Ramblas. Para rememorar toda esa historia, el Nou Espai Mallorca organizó tres mesas redondas sobre la actividad de la librería, la gestión del antiguo centro y los retos de la asociación Crits i Renou, y explicar el paso de un modelo con apoyo institucional a la autogestión desde el año 2012.

Gestión

En la charla sobre la gestión del centro hasta 2012, Sebastià Alzamora, primer director del Espai Mallorca, recordó los inicios de la entidad, la mediación de Damià Pons como conseller de Cultura del Consell y numerosas anécdotas vividas en el local situado en la calle del Carme del Raval barcelonés. Después de su dirección, el escritor nunca dejó de estar vinculado al Espai Mallorca donde protagonizó numerosas charlas y conferencias.

Francesc Llompart, que estuvo un año como máximo responsable del Espai, contó detalles de la época de profesionalización de la librería y la explotación del espacio expositivo, vinculado inicialmente al gremio de galeristas. Por su parte, Amanda Vich, que estuvo más de diez años al cargo de la entidad, habló del incremento de actividades culturales en los últimos tiempos, hasta llegar a casi una cada día de lunes a viernes, y de cómo el Espai Mallorca se convirtió en un lugar de referencia, donde «nos llegamos a encontrar que gente de Mallorca nos visitaba para comprar libros de autores baleares».

La librera Carme Bondia aseguró que «el Espai Mallorca consiguió ser uno de los lugares culturales más vivos de la ciudad y provocó que otras librerías barcelonesas se pusieran las pilas en cuanto a los autores de Balears», y añadió que «en diez años, los editores cambiaron su actitud».

En otra mesa redonda, Toni Ferrari, Andrea Cañal, Martí Colom y Antònia Maria Dols explicaron la motivación de la asociación Crits i Renou, y las dificultades y retos vividos para crear un Nou Espai Mallorca. La poesía y la música cerraron la celebración, con la intervención de diversos poetas mallorquines, como Joan Tomàs Martínez, Premi Jocs Florals de Barcelona 2023 por Fosca Negra, Jeroni Mas o Cecília Navarro, entre otros; y los músicos Aina Tramullas y Àlex Ocete, vocal de Xarxa, así como la participación de glosadors.