Serrano cuenta que la obra tiene tintes autobiográficos y que se mete en el cuerpo y la persona de la protagonista del célebre relato de Lewis Carroll para evocar su propia infancia. Es una «Alícia mediterránea», de los años 80 o 90, nacida en el seno de una familia trabajadora. «Mientras su madre trabaja, los abuelos son los que la cuidan», señala, poniendo énfasis en el gran vacío que se produce en este entorno.
Un vacío que la protagonista, como la del cuento, llena con la imaginación. «Es una reivindicación de la imaginación, a que el amor es lo mejor que tenemos y que la diferencia no es un castigo, sino un don», apunta el autor que, además de la obra de Carroll, tiene como referentes Oliver Twist o La cabaña del tío Tom.
Abuelos
Y es que, como el propio título sugiere, Alícia. Massa gran i massa petita «reflexiona sobre una persona que no se encuentra a gusto en la sociedad, algo que halla solo en compañía de sus abuelos, jugando en el patio». Si la Alicia de Carroll persigue encontrar su tamaño ideal, la Alícia de Serrano siente que «a veces es demasiado pequeña y otras, demasiado mayor».
«Es una historia que identificaba con dos personas muy importantes en mi vida: Tio Tomeu y Tia Bàrbara, que fueron como mis abuelos y a quienes quería rendir homenaje. Por otra parte, de forma inconsciente, me fui acercando a la idea de hacer un montaje teatral. La historia de este proyecto ha sido como las baldosas amarillas de El Mago de Oz, que me iluminaron y me han ayudado a encontrar a Alícia», detalla.
Y esa primera baldosa fue la charla que mantuvo con Jaume Gomila, director de la FIET, donde antes de estrenarse la pieza completa, se ofreció una lectura dramatizada el año pasado, con Catalina Florit como protagonista.
Sin embargo, la actriz y directora no pudo interpretar el papel la semana pasada en la FIET porque estaba embarazada. En su lugar, lo hizo Marina Nicolau [quien además forma parte de Cultural-ment, productora del espectáculo]. Lejos de apartar a Florit, quien se ha implicado desde el principio en el proyecto, ahora ejerce de hará y, además, también hara de Alícia más adelante. «Tendremos dos Alícies para hacer los espectáculos por distintos puntos de la Isla», afirma.
Otra de esas baldosas a las que se refiere Serrano es la «suerte» de que Lola Lara, directora del festival Teatralia y presidenta de Assitej España, asistiera a ese work in progress que realizaron el año pasado en la FIET. Fue así como esa lectura dramatizada y luego montaje teatral ha llegado a las librerías y, además, en edición bilingüe.
De esta manera, se respeta la lengua original de la obra y, además, abre la puerta a que la pieza pueda llegar también a Madrid.
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