Luciano Scalzone posó para este diario en Palma. | Pere Bota

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Es uno de los estrenos más esperados del final de año en nuestro país, a cuyas salas de cine llegará el 15 de diciembre, clausuró la última edición del Festival deVenecia y es la seleccionada para representar a España en los Oscar. Se trata de La sociedad de la nieve, la nueva cinta Juan Antonio Bayona que adapta el libro de Pablo Vierci del mismo nombre. El filme relata la increíble historia de los supervivientes del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya que, en 1972, se estrelló en un glaciar de los Andes con un equipo de rugby a bordo que iba a jugar en Chile. Y si la historia es en sí de esas que merece la pena contar, no es para menos la historia del rodaje mismo de la película, llevado a cabo en las montañas de Sierra Nevada. Luciano Scalzone fue testigo de ello durante casi seis meses y, aunque fue duro, no duda: «Si tuviera que volver a hacerlo, lo repetiría mil veces».

Scalzone, que ahora compagina los ensayos en el Teatre Principal con Il trittico dePuccini, donde aparece como figurante, y con su propio proyecto junto a Las Reinas del Baile titulado Selva, rememora su experiencia en la producción de La sociedad de la nieve a la que llegó tras su paso por House of the Dragon y Hustle (Garra en España) como «dura, pero enriquecedora».

‘La sociedad de la nieve', cinta de J. A. Bayona que relata la historia de los supervivientes del vuelo 571 de la Fuerza Aérea uruguaya. Foto: NETFLIX

Tuvo el rol de Key Set PA, algo así como el encargado en el set de tenerlo todo listo y de arreglar los problemas que puedan ocurrir durante los meses de rodaje. Aunque al inicio estaba en la segunda unidad, poco a poco fueron teniendo más planos con actores y rodaban dos veces a la semana con el propio Bayona. «Subíamos a la montaña, teníamos montados diferentes sets, uno a 3.000 metros de altura, otro en un párking y otro a mil metros», cada uno con su avión estrellado. Al más elevado de todos se llegaba tras una hora de camino, explica Scalzone que añade que «ver amanecer allí, con todo nevado, en un lugar hostil y ajeno al mundo, es de una belleza espectacular».

No obstante, también fue difícil: «Me sentía en Vietnam». El propio Bayona explicó que cada día era una nueva cordillera que subir, y Scalzone no le quita razón: «Al principio la situación no era tensa, pero son muchos meses, al final trabajábamos siete días a la semana, el frío era extremo, y la energía se va perdiendo porque hay mucha presión». Tanta que, en alguna ocasión, el propio Scalzone tuvo momentos delicados en los que «dudas de ti, de si lo haces bien».

Scalzone durante el rodaje de 'La sociedad de la nieve' en las montañas de Sierra Nevada.

El resultado, no obstante, hace que merezca la pena: «Es el proyecto más importante en el que he estado y no todo el mundo puede vivir algo así». Scalzone, que ya ha visto la película, confiesa que se quedó «pegado al asiento» y habla de Bayona como «un director excepcional que te encierra, te aplasta con la nieve» a través de la pantalla, además de ser alguien que en el trato cercano «lleva al equipo al límite para bien, con las cosas muy claras, y aunque tiene mucha presión nunca nos faltó al respeto».