El artista catalán Perejaume, que expone en el Estudi General Lul·lià. | R.C.

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Perejaume (Catalunya, 1957) presenta L’arrel de l’arbre és una roda. Una encina que baila al son de textos musicados de Ramon Llull. El proyecto de este artista, Premio Nacional de Artes Plásticas, se puede ver en el Estudi General Lul·lià hasta febrero. En su dilatada carrera, no es la primera vez que trabaja sobre la obra del filósofo, pero sí es la primera instalación del artista basada en sus textos que puede verse en la isla. La propuesta cuenta con la colaboración del Banco Sabadell y forma parte del Llull Lab, un espacio que pretende ser una mirada contemporánea sobre la obra del filósofo. El árbol «bailará» cada día de 12.00 a 17.00.

¿Cómo nace el proyecto?
A raíz de una conversación salió el proyecto de intervenir el patio del centro. Una pieza que realicé de videoarte muestra un grupo de árboles bailando a partir de las palabras de Llull. Consideré más interesante instalar literalmente un árbol que bailara en el centro del patio. Así nació la pieza.

La situación de la misma, ¿tiene algún simbolismo?
Sí, tiene un doble simbolismo. Es árbol y surtidor. La divinidad se evoca desde el agua, el fuego o la botánica. Lo trabajé en Fons líquides i fons lignificaques. En estas construcciones el surtidor está en el centro. El árbol es el riego infinito. Una celebración del campo a través de la naturaleza y el agua. Es una invocación.

El título es un verso de Llull, ¿hasta qué punto relaciona lo visual y lo literario?
No sé separarlo, trabajo las dos cosas. La metáfora es la base y luego lo trabajo de manera plástica o verbal. No me interesa tanto el medio como la metáfora.

Otro elemento de la pieza es la música, ¿cómo se eligió?
Seleccioné los textos y Jaume Ayats les puso música. Son cuatro canciones sobre cantos polifónicos tradicionales, como pueden ser los misereres. Estas disonancias están presentes en todo el Mediterráneo. Los cancioneros recogen estas músicas que se reconstruyeron de forma arqueológica.

Las tonadas se están recuperando desde la electrónica, ¿qué le parece?
El interés en mi caso no es la máquina. Lo ideal es la voz humana. No hay nada de electrónica, pero es cierto que la cultura popular se está recuperando. Creo que el mundo vive una crisis de presencia y la máquina es responsable. Celebro que la voz se distorsione a sí misma.

En su trabajo incide mucho en la diferencia entre campo y paisaje.
El campo se vive y el paisaje se contempla. Formamos parte de la vida. No estamos para verla. La idea de campo es sabia. Cuando estamos separados físicamente contemplamos, pero no participamos. La mirada es traicionera. Para mirar debes dejar de ser, por eso se relaciona mirada y poder. Cuando estás dentro formas parte.

Buena parte de sus títulos de obras son localidades catalanas, ¿en qué estado se encuentra?
Es el resultado de la mirada de la que estábamos hablando. El turismo es contemplativo. Este árbol plantea temas como la identidad, el estar plantado. De la raíz y la rueda se pueden decir muchas cosas. Dafne se salva a través de enraizarse. Establecer raíces a veces es una forma de escapar.