Todo comenzó hace ya 15 años en Fotolog, una de las primeras redes sociales. ¿Echa de menos aquello?
Sinceramente, no. En 2008 estaba bastante perdido en la vida. Me licencié en Periodismo, no encontraba trabajo e incluso iba a las cafeterías a escribir porque en casa no tenía ni espacio para una mesa. Además, mis amigos de la universidad volvieron a sus respectivas ciudades y me quedé solo. Fue un momento complicado. A finales de 2009 publiqué Canciones para Paula y, a partir de 2010 empezó a tener éxito. La crisis afectó a un sector de la familia, pero no a mí. Al contrario, me dio una salida, una oportunidad. Ahora estoy bien, he encontrado mi camino y mi sitio.
Con 16 novelas publicadas, ya le debe haber cogido el tranquillo...
Escribir es muy difícil. Admiro la facilidad de rellenar una página en blanco con algo que tenga sentido. A mí me cuesta. Con los años te vuelves más disciplinado y coges el truco, pero tienes que autoconvencerte de que tienes que escribir todos los días, incluso domingos, e intentar buscar historias interesantes, sin repetirte y, en mi caso, adaptarme a los jóvenes.
Tiene que estar al día de todo...
Claro. Es que mis primeros personajes se enamoraron en Messenger y ahora, en Tik Tok. Tengo que estar al día de lo que escuchan y de las series que ven para que luego las novelas sean creíbles. Si una historia transcurre en 2022 o 2023 y los protagonistas tienen 18 años, no es muy creíble que sus grupos preferidos sean U2 o REM.
Cuando lleva a cabo esa investigación, ¿se siente más joven o más mayor?
Soy consciente de que cada vez hay más distancia entre los lectores y yo, pero al final todos nos hacemos mayores. Más difícil sería escribir una historia de la Segunda Guerra Mundial o del Imperio romano. Por suerte o por desgracia, los jóvenes se abren mucho en redes sociales. De todas maneras, las generaciones se han combinado: los que empezaron a leerme con Las canciones de Paula o Los incomprendidos y los que comienzan ahora con la bilogía de Chopin. También hay más chicos que me leen, incluso algunos padres, por curiosidad porque sus hijos me leen.
Si empezara ahora a escribir, ¿sería en una red social, como Twitter, Instagram, Tik Tok o Wattpad?
No lo sé. En Wattpad tienen mucho éxito Joana Marcús, Inma Rubiales, Ariana Godoy o Mercedes Ron. Nos llevamos muy bien. Algunas de ellas son o fueron lectoras mías, pero ahora soy yo el que tiene que aprender de ellas (risas). No hay rivalidad. Cuando vi que Wattpad se convertía en un fenómeno me acerqué para ver qué leían mis lectores, muchos de los cuales son también seguidores de las que he mencionado. Si alguien me preguntara qué hay que hacer cuando empiezas a escribir diría que creara un perfil en Wattpad y que se promocionara por las redes sociales.
Sus últimas dos novelas se ambientan en Sevilla. En el sur también se producen crímenes...
Sevilla tiene una parte misteriosa y oscura. Si bien hay series como Mar de plástico o películas como Nadie conoce a nadie, es cierto que cuando piensas en novelas de misterio en España te viene a la cabeza Navarra por Dolores Redondo, Vizcaya por Mikel Santiago o Vitoria por Urturi. Es una manera de presentar la Sevilla más oscura, con el barrio de Santa Cruz, la luz tenue y también las afueras.
Chopin, que por cierto tiene relación con Mallorca, le sirve de inspiración.
Lo sé, de hecho tengo fotos con su estatua. Se me ocurrió el título una noche que no podía dormir y luego me puse a investigar a Chopin. Me sirvió para conocer su música y un poco su historia. Era un personaje muy interesante.
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