La investigación sobre Herscovitz la comenzaron un grupo de cinco periodistas, entre los que se encontraba el propio Pericay y Arcadi Espada. Siguiendo la recomendación de Piero Brunello de tener un buen calzado, un cuaderno de notas y estar dispuestos a cambiar de idea, se encaminaron a recorrer el espacio vivido por la mujer para rescatar su memoria. La historia de ella les llegó por la obra Notes disperses, del propio Pla, en la que hace una breve descripción de la que joven con la que tuvo una relación durante el periodo en que el que residió en Alemania como corresponsal del medio La publicitat.
«El libro nace de una sospecha que teníamos; que el retrato que hace Pla de Aly no responde a la realidad. En el ultimo párrafo explica que fue quemada, término sorprendente en alguien que fue su pareja. Arcadi ya lo señaló en su biografía del autor del 2005. En el memorial del Holocausto buscamos el nombre a Aly Herscovitz para saber si era verdad», detalla Pericay sobre el inicio de la investigación que se expandió, mediante una red de conocidos, a otras ciudades europeas vinculadas a la historia de la pareja como Rotterdam o Bucarest.
Pericay aportó su conocimiento sobre la obra del autor catalán. Esa primera versión les llevó un par de años y se editó en formato digital, combinando texto y enlaces. «Por tanto, el libro es un trabajo coral que acabó adoptando forma de publicación, en el que se recogen los tropiezos de la propia investigación», señala el autor.
La figura de Pla está presente en el libro en dos sentidos; por un lado, en la relación con la memoria de Aly, y en segundo lugar en la vinculación con su propia intimidad, un tema que no abordó en su obra, y en el Holocausto como tema. «La conciencia como españoles de aquella época y de lo que fue el Holocausto como algo ajeno. Eso es impensable en un país como Francia, donde es un tema que está mucho mas presente», apunta Pericay.
Voluntad
La voluntad última del libro, al margen de la narración de la historia de la protagonista, es poner de manifiesto la necesidad de abordar la memoria y recordar el pasado, para darnos cuenta de que «va con nosotros si reivindicamos nuestra europeidad», señala el escritor, a la vez que explica que «Aly fue una víctima más, pero es indicativa de lo que fueron las vidas de los demás, sirve como cierto paradigma. La paradoja es que además es una judía alemana y probablemente se sentía más alemana que judía».
No es la primera vez que Pericay investiga sobre la figura de Pla, cuyo Quadern gris está considerado una de las grandes obras de la literatura catalana del siglo XX. Ya publicó previamente un ensayo más sobre el autor, Josep Pla y el viejo periodismo, y otro libro sobre los cronistas de la república en Madrid, centrado en Chaves Nogales, Gaziel, Camba y el propio Pla.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Pobre home, la política, el ressentiment i la supèrbia han destrossat una vida que hagués pogut ser fructífera i valuosa