La cineasta Carme Fuentes Aguiló. | Jaume Morey

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La parrilla local del Atlàntida Film Fest en su sección denominada Talent Balear, dedicada a cineastas isleños, contará con la presencia de Caçada, el cortometraje de Carme Fuentes Aguiló que narra a través de la ficción una «historia del pasado para hablar de hoy» a partir de las leyendas y el folclore de la propia Isla.

Ambientada en el siglo XIX, la película habla de Joana, una mujer «atrapada en una prisión que es su propia vida» y que se convierte en una «persona sumisa para poder sobrevivir». En ese contexto, «desarrolla a escondidas una relación con otra chica, la hija dels senyors de la possessió».

Portada de 'Caçada', el cortometraje de Carme Fuentes Aguiló.

A partir de esta premisa, el objetivo principal de la cinta es el de «generar malestar» y «transmitir una sensación entre incómoda y desagradable». Y es que Fuentes, que estuvo bastante tiempo fuera de la Isla, a su regreso a la misma quiso centrarse en la «imaginería, las leyendas y el folclore» de Mallorca en una sensación que describe como «que la tierra me empezó a llamar».

Con referentes como el Cançoner Popular encontró «una forma de expresarme libre y salvaje». Ella lo define de la siguiente manera: «Estaba en un momento en el que me costaba escribir y Caçada fue la forma de encontrar el lenguaje que necesitaba».

Sus metas a nivel cinematográfico, como ella misma destaca, pasan por usar el terror para «contar historias mallorquinas». El caso específico de Caçada, sin ser terror puro, también bebe de muchos de sus referentes principales con un guion «muy costumbrista, de drama, que recoge los miedos y las ansiedades de una persona y contarlas desde un punto de vista horrible».

Un instante del cortometraje con sus dos protagonistas.

Y aunque la acción toma lugar en el siglo XIX, la idea es que sirva de pretexto para hablar de «hoy, de las cosas que hoy siguen pasando. No tiene un mensaje obvio, pero sí es universal desde la idea de compartir el dolor». El filme fue rodado en la finca Fangar, en Campanet, y su postproducción duró casi dos años, y en su equipo están Gypsy Neel·lo, que es la protagonista da la producción interpretando el personaje principal de Joana.