‘La calidesa’ está compuesta por seis «cápsulas» o «cajas». | Festival Grec

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A pesar de las tablas que tiene, Marta Barceló (Palma, 1973) asegura que antes de cada función de La calidesa, la obra que el también mallorquín Tolo Ferrà (Coma14) y Vera González (La Société de la Mouffette) han llevado sobre el escenario del Teatre Lliure, sentía pánico. «Es una pieza tan técnica que muchas cosas pueden salir mal», reconoce a Ultima Hora. El montaje, que forma parte de la programación del Festival Grec de Barcelona, se estrenó el martes y concluye este mismo jueves con cinco pases. El proceso de creación, destaca, ha sido «en conjunto», pues a pesar de que ella firma los textos, ha tenido que adaptarse a las propuestas de Ferrà y González, y también viceversa.

Barceló explica que Ferrà y Gonzáez estrenaron en 2022 La distancia, donde empezaron a investigar «una manera diferente de contar historias». El dispositivo de La calidesa es similar: seis «cápsulas» que se corresponden con seis «cajas», que contienen el relato. «Todas ellas, muy diferentes e independientes, tienen un tema que las hermana: la amistad y el acompañamiento. Cada historia tiene una caja y su propia espacio escénico y audiovisual, como si se tratara de seis pequeñas obras de teatro dentro de una», aclara. Cada cápsula tiene una duración de unos cinco minutos, por lo que el montaje completo suma 40 minutos.

En esta línea, explica que el espectador deberá ponerse unos auriculares, pues cada una tiene sus textos locutados. «En cada función solamente puede haber 12 personas, lo cual hace que sea una experiencia íntima. Y, a su vez, esta característica potencia el sentido de la colectividad. Es decir, ves una historia, pero no estás solo en ella y en medio tienes unos textos que te guían», añade. En La calidesa, el público encontrará a una mujer inmigrante que cuida de una persona mayor, ambas con hijos que se encuentran en el extranjero por distintos motivos; dos amigas que han compartido infinidad de momentos desde la infancia; un camionero que trabaja de noche y escucha un programa de radio; un niño que se despide de un amigo muy especial; una aplicación móvil para encontrar amigos y un mena que emprende un viaje. «Al principio, aparte de la amistad, el otro tema principal era la soledad no acompañada, pero al final, a propuesta del Grec, que coproduce la pieza, decidí darle un giro para que fuera una propuesta más luminosa. Con todo, abordar el acompañamiento implica inevitablemente hablar de soledad», cuenta Barceló, que se inspira en su propia realidad y experiencia, además de en la de su alrededor, para construir ficciones que hablan de la cotidianidad.