La realizadora y escritora francesa publicó 'El incesto' en 1999, ahora, trata ese mismo tema en su primer documental, 'Una familia', que ha presentado este domingo en el Atlàntida Mallorca Film Fest. | Francisco Ubilla

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Christine Angot se hizo célebre en Francia por su novela El incesto, publicada en 1999. Ahora presenta, dentro del marco del Atlàntida Mallorca Film Fest su primer trabajo documental, Una familia, en la que aborda de nuevo el tema del incesto y sus consecuencias sociales en una obra coral que no elude señalar las responsabilidades de aquel que decide callar o mirar para otro lado. «En la película intento abrir la puerta de lo privado, justamente porque detrás de ella es donde suceden los crímenes y las atrocidades. Esa puerta debe estar abierta siempre», señala

Angot se sirve esta vez del séptimo arte, a diferencia de en sus obras anteriores. «Me gusta la novela, pero la diferencia es que el cine se dirige a una sala donde hay gente. Es más social, en un sentido de que es algo compartido. Las personas, cuando se enfrentan a una novela, están solas», compara la escritora y realizadora francesa. El incesto, en Una familia, es abordado como un problema social que necesita ser hablado y visibilizado, pero rehúye los tópicos a la hora de tratar el tema. «El incesto es una agresión contra la intimidad de alguien. Cuando lo sufrimos, en una violación, no es del tipo de cosas que uno quiera compartir. Es un ataque profundo al interior de una persona», afirma la creadora, a la vez que recalca que también se trata de «un atentado contra el lenguaje y contra el orden de las cosas. Las primeras palabras que aprendemos son papá y mamá, y esto queda violentado por el incesto», reflexiona.

En cuanto al incesto en su obra, recalca que da luz al problema. Su intención es la de ponerlo sobre la mesa pero de forma distinta. No se trata de acudir a programas de televisión o de hablar desde la ciencia, ya sea la psicología o la sociología, o de las consecuencias del incesto en la persona que lo sufrió, se trata de darle un enfoque nuevo desde el arte. Angot defiende que su visión se basa en la pasión. «Confío en ese medio para decir la verdad. Eso me sitúa a un nivel distinto al del debate social. No busco un espacio en un programa donde me dejen llorar un poquito. La única forma de tratar el problema, para mí, es a través de los libros, fundamentalmente, y en menor medida en el cine», destaca.

Respecto a la dispar reacción a su obra, tanto fílmica como narrativa, Angot es consciente de que despierta sentimientos encontrados y que sólo fue aceptada, en su país de origen, recientemente. «Cuando publiqué Incesto llevaba ocho libros anteriores en un completo silencio crítico. Ahora siento que es diferente en Francia, soy más visible, pero lo cierto es que en otros países parece que todo comienza de nuevo».