Un lector ojea los títulos de una librería. | Efe

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Un misterioso cliente se llevó 200 libros por valor de 10.000 euros vaciando todo el escaparate de la reconocida librería Hoepli en Milán, según explicó este jueves el propietario a los medios italianos. El pasado 22 de agosto, en una Milán desierta por las vacaciones, un hombre elegante entró en la librería Hoepli y compró todos los libros expuestos en el escaparate: más de 200 volúmenes por un coste de unos 10.000 euros.

«Una venta excepcional. Me quedé asombrado y me pareció genial la idea de que alguien pudiera considerar un escaparate tan bonito que quisiera comprarlo completo», explicó el propietario Matteo Hoepli, presente en la tienda en el momento de la compra, al Corriere de la Sera. El cliente se dirigió directamente a una de las personas que trabaja en la librería quien, al principio, no pudo entender la singular petición, pero poco a poco fue vaciando el escapare.

«Comenzamos a vaciar el escaparte, colocando primero los libros en cestos y luego en bolsas de lona. También preguntamos al cliente si prefería ponerlos en cajas de cartón que fueran más cómodas para el transporte, pero rechazó la oferta» subraya Manuela Stefanelli, directora de la librería . Después, ayudado por un asistente, el cliente llamó a un taxi para que le llevaran las obras a casa. El escaparate tenía una selección de volúmenes que van desde la historia del arte a la fotografía, pasando por ensayos de actualidad e historia tanto en italiano como en inglés.

El libro más caro que compró: 'Bruce Springsteen, Lynn Goldsmith–Limited Edition' valorado en 600 euros y entre las más baratas 'Un eroe borguese', una novela de Corrado Stajano por 12 euros. «El otro aspecto que nos sorprendió es que no pidió ningún descuento y pagó la totalidad del importe, unos 10.000 euros, con tarjeta de crédito», añadió Stefanelli.

Hoepli, quinta generación de esta empresa familiar, aseguro al diario milanés: «No recuerdo un episodio tan excepcional en las historias de mis abuelos o bisabuelos. Ahora se lo contaré a mis hijos y a mis nietos» y explicó que decidieron poner un cartel en el escaparate que decía: «Lo sentimos, lo vendimos todo».