En un principio, parecía que tenía que suspenderse, pero Arte Visión consiguió por fin seguir con la programación prevista en la Plaça Major. | Teresa Ayuga

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Dentro de las actividades lúdicas de esta Nit de l’Art destacan las de calle, realizadas fuera de los espacios galerísticos. A causa del mal tiempo y del pronóstico, que era aún peor, estuvo a punto de cancelarse el montaje que Arte Visión lleva cada año a cabo en la Plaza Mayor. Al principio se buscaron alternativas, que pasaban por el cambio de ubicación, pero finalmente se pudo montar tal y como estaba previsto. Gestionado por Imma Bianchi, quien también es responsable de la Nit de l’Art de Ses Salines, se pudieron ver clásicos de esta cita como el escultor Ernesto Rodríguez, en un despliegue que inunda la Plaça Major de estands y que cuenta con actividades paralelas, como conciertos.

En el apartado de conferencias, ayer se pudo escuchar a Antonio García Villarán, en la galería Can Boni. Creador del término «hamparte», suma de «hampa» y «arte», el crítico incluye bajo esa denominación todas aquellas obras que le parecen dudosas. Polemista y youtuber, García Villarán cuenta en redes sociales con tantos entusiastas como detractores.

Otra de las propuestas que se pudieron ver fuera del programa oficial es la de la nueva plataforma artística CUT Close Up Team, que realizó una exposición de André de Plessel en el casal de Can Marqués, a escasos metros de Cort. La muestra es un anticipo de Cut Art, una nueva galería que se instalará próximamente en el barrio de Pere Garau.

Es especialmente relevante la exposición individual Equinoccio de otoño, del artista 108 (pseudónimo de Guido Bisagni), que inauguró ayer en Kaplan Projects. Se trata de la primera individual en Mallorca de este artista que, según señala el texto de sala, desarrolla un trabajo que constituye «un viaje entre luces y sombras», y cuya propuesta «nos vincula a la naturaleza y a sus ritmos». Los espacios Stain Projects y TACA también abrieron sus puertas con muestras que, en el caso de TACA, inauguraron justo el día antes. Se trata de propuestas que tienen un alto compromiso con el arte y que hacen posible exposiciones que no tendrían cabida en otros espacios más centrados en lo convencional.

Por otra parte, la Nit de l’Art es una ocasión única para que los creadores abran las puertas de sus estudios al público. Así lo hizo Carlos Prieto, quien mostró sus piezas más minimalistas en gran formato junto a trabajos recientes que se pudieron ver en su atelier, espacio que el artista califica de «caos ordenado». En definitiva, se confirma que la noche del arte tiene adeptos que buscan diferentes escenarios. Obras comerciales, de calidad o amateur, pese a que lo cierto es que todo el mundo tuvo su espacio en un noche del arte que este año estuvo amenazada por el mal tiempo y la lluvia.