Cada 5 de octubre desde 2012, coincidiendo con el 50 aniversario del inicio de la franquicia, se celebra el Día Mundial de James Bond. Un personaje nacido de la pluma del novelista Ian Fleming. 007 ha inspirado algunos de los films más taquilleros de la historia.
En sentido estricto, el primer James Bond fue el actor norteamericano Barry Nelson, que lo interpretó en 1954 para el piloto de una serie de televisión. El proyecto no prosperó y el escocés Sean Connery será recordado para siempre como el primer Bond y, para muchos, el mejor. Dr. No fue su primera aventura, una cinta en la que destaca una espectacular escena con Ursula Andress saliendo del mar, cual rubicunda sirena en traje de baño; la suiza se convirtió por decreto en la primera ‘Chica Bond’.
Tras Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig se enfundaron el personaje. Por contra, David Niven encarnó al segundo de los ‘Bond no oficiales’ en Casino Royale (1967), un título considerado no canónico, rodado en clave paródica. Con los años, este filme ha adquirido cierta estatura de culto debido, en buena parte, a la música de Burt Bacharach, y la impronta de Peter Sellers, Orson Welles y un joven Woody Allen.
Nada desdeñable resulta la galería de ‘Chicas Bond’, algunas de las más populares fueron Jane Seymour, Kim Basinger, Grace Jones, Halle Berry, Eva Green, la ‘vengadora’ Diana Rigg y el ‘visto y no visto’ de Monica Belluci en Spectre. No menos sugerente es la lista de villanos, de la que sobresalen Robert Shaw -Quint, el patrón del pesquero Orca en Tiburón- Donald Pleasence, Telly Savalas, Christopher Lee, Javier Bardem, Mads Mikkelsen, Rami Malek, Christoph Waltz y Christophen Walken.
En el capítulo de curiosidades cabría citar a los actores que rechazaron el papel: Burt Reynolds, Liam Neeson, Mel Gibson y Orlando Bloom. Y si se pregunta quien fue el 007 más maduro, la respuesta es Roger Moore. Tenía 58 años cuando rodó Panorama para matar en 1985. No podemos cerrar este capítulo sin mencionar el Récord Guinness de Casino Royale (2006) por sus siete vueltas de campana en una de sus trepidantes escenas.
La sensualidad y elegancia de Sean Connery, el cinismo de David Niven, la escasa convicción de George Lazenby, la picardía de Roger Moore, el hieratismo de Timothy Dalton, el hedonismo de Pierce Brosnan y la seducción robótica de Daniel Craig conforman el puzzle de características del ‘doble cero’. Este último, tras cinco participaciones, abandona la saga en la plenitud del personaje. Será recordado como el primer Bond de complexión fornida y toscos modales, el menos caústico y, sin embargo, el que impuso un nuevo registro al personaje: más emocional y romántico, humano en definitiva, rasgos que contrastan deliciosamente con su fría mirada. Un punto de inflexión para una saga que ya veremos hacia donde se encamina en futuras entregas ya con Aaron Taylor-Johnson al frente.
Por lo general, se tiende a señalar a George Lazenby y Pierce Brosnan como los peores Bond de la historia, mientras que Sean Connery encabeza las preferencias, seguido por Daniel Craig y Roger Moore, el 007 más ‘pop’. Para Lluís Abbou, un manacorí experto en ‘bondología’, «todos tienen algo: el romanticismo de Lazenby, el carisma de Moore, la intensidad de Dalton, la elegancia de Brosnan…», pero, si ha de escoger se queda con Connery «no solo era Bond, lo sentía». Aunque reconoce que «también me gusta Daniel Craig porque es el Bond de mi generación, el que más veces he visto en el cine, incluyendo dos premiers».
Esta saga guarda una conexión «casi invisible» con la Isla. Uno de sus escasos vínculos se establece con el 'pobler' Simón Andreu, «aparece en Muere otro día como el Dr. Álvarez, y un minuto después es asesinado por Halle Berry». Y aunque Doble cero «nunca ha visitado Mallorca, ni en las películas ni en los libros, hace unos años se dijo que en un guión de Danny Boyle que no vio la luz, Bond venía a jubilarse a la Isla». Por otra parte, «tampoco hay constancia de que Ian Fleming pisara la Isla, aunque sí conoció a Juan March durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el escritor trabajaba para el Servicio Secreto Británico». Eso sí, Guy Hamilton -director de cuatro cintas de 007-, «se enamoró de esta tierra durante la grabación de Muerte bajo el sol y se instaló aquí donde vivió hasta su muerte en 2016».
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