Llucia Serra presenta su debut literario, el poemario 'Fonaments corcats' (Adia Edicions)', ganador del Bernat Vidal i Tomàs.

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El corc, ese insecto casi invisible capaz de destruir superficies, es la figura que Llucia Serra (Eivissa, 1992) ha elegido para ahondar en el proceso creativo y, sobre todo, sincerarse al respecto. «Tenemos la imagen de que los fundamentos, la base de quienes somos, están hechos de elementos no orgánicos, de cemento o madera, pero también puede ser de madera. Entonces vi que ahí había un juego de palabras gracioso que me servía muy bien para reflejar el fondo del libro: la idea del gusano como elemento microscópico que va haciendo un camino interior y que puede alterar la estructura. En mi caso, lo vi como una voluntad de sorprender al lector. Fonaments corcats (Adia Edicions) es un edificio que puede derrumbarse o no, pero que se transforma a partir de la voluntad creativa».

Y es que la creación, apunta Serra, es algo ambivalente: «Crear es precioso, porque es generar una vida, pero a la vez puede implicar una destrucción, porque te transforma, altera la estructura de quien eres». Con este libro, su debut literario, Serra se alzó con el 39 Premi Bernat Vidal i Tomàs de poesía de los Premis Vila de Santanyí 2024. Lo presentará este miércoles por la tarde, a las 19.00 horas, en Drac Màgic junto a Joan Moñino. Hará lo propio el día 26 de este mes junto a Sebastià Alzamora en Món de Llibres (Manacor).

Así las cosas, Serra reconoce que a muchos les ha sorprendido la oscuridad que desprende el poemario, teniendo en cuenta que, como ella misma se define, su carácter es más bien «entusiasta» y «alegre». «Precisamente aquí quería hablar de los bloqueos creativos, de la parte más oscura, porque todos tenemos una. En este sentido, sí que es cierto que es un libro sombrío, pero es que quería buscar una voz muy sincera que hablara abiertamente del proceso de creación, sin ocultar las partes más negativas. Cuando escribes, quieres sacar lo mejor de ti, pero durante el proceso te has transformado mucho y también lo has pasado mal, por ejemplo, debido a la autoexigencia. Así que quería visibilizar la otra parte; simplemente es un libro que no oculta la oscuridad que envuelve el proceso creativo», insiste.

Estructura

En cuanto a la estructura, el libro se divide en dos partes: Platònica (i d’esquitllenes), amb Hades als peus y Pudent (Persèfone carnal). «Quería generar un contraste entre lo platónico y lo hediondo. Por un lado, quería trasladar la existencia del mundo de las ideas, de que los creadores partimos de una idea que tenemos en la cabeza, pero que, hasta el proceso final, hay un abismo», razona. «Por el camino se ensucia, se transforma ese ideal. Y, sin embargo, quería romper con la imagen estereotipada de que lo platónico es de un blanco inmaculado y perfecto, mientras que lo carnal refleja un mundo feo. He intentado infiltrar imágenes de putrefacción e incluso erotismo en la parte platónica y también viceversa», aclara. «El primer poema hace referencia a la blancura propia del mundo infructuoso, de pureza, pero es algo que implica no generar nada. Porque cuando no creas no arriesgas. Esa imagen se repite al final, con esa voluntad de comerse el mundo para crear algo nuevo», concluye.