Fachada de la Passió de la Sagrada Familia, donde el escultor Josep M. Subirachs realizó un conjunto que aglutina la representación de las principales escenas de los últimos días de vida de Jesús. | Efe

TW
2

Miquel Barceló (Felanitx, 1957) siempre ha confesado su gran admiración por Antoni Gaudí (Reus, 1852 - Barcelona, 1926). Tanto es así, que su última gran retrospectiva en La Pedrera de Barcelona, Barceló. Todos somos griegos –que se exhibió este mismo año–, establecía una relación con el arquitecto catalán por lo excepcional del lugar de la muestra, una relación que ya existió en su intervención en la Seu de Palma, como él mismo confesó. Por eso, no es de extrañar que uno de sus grandes proyectos de futuro tenga como protagonista a la Sagrada Família, obra maestra de Gaudí, el máximo exponente de la arquitectura modernista catalana.

La propuesta de Barceló pasa por el diseño de las cerámicas que arroparán la fachada de la Glòria de esta joya modernista. El estilo distintivo del mallorquín, que se caracteriza por la fusión de lo contemporáneo con elementos tradicionales, podría aportar una nueva dimensión a este icónico templo expiatorio, todavía en construcción. No obstante, fuentes consultadas por este diario, precisaron que la acción de Barceló podría prolongarse por espacio de 10 años.

La idea de incluir el trazo de Barceló en un edificio tan emblemático resuena con la búsqueda de innovación en la Sagrada Família, que ya es un símbolo de la fusión entre el arte y la arquitectura. Y la admiración del mallorquín por Gaudí hace que esta futura intervención sea todavía más interesante desde un punto de vista artístico.

La fachada de la Glòria es el portal principal del edificio, orientado hacia el mar y situado, casualmente, en la calle Mallorca. La idea es que aquí se represente la historia de la Humanidad, desde Adán y Eva hasta el juicio final.

Meses atrás, un trabajo de TV3 puso al descubierto que la fachada de la Glòria es un inmenso lienzo en blanco del que Gaudí a penas dejó nada escrito. La Comisión Teológica, encabezada por el arquitecto Jordi Faulí, elaboró un extenso informe basado en los álbumes y en los discípulos inmediatos y posteriores de Antoni Gaudí. En un extenso informe remitido al Vaticano se contempla una gran escalinata que implica el derribo de los edificios de enfrente, construidos a mediados de la década de 1970 por Núñez y Navarro. La escalinata conduce a una gran plaza que se situará sobre la calle Mallorca.

Si se llevara a cabo la intervención de Barceló, su contribución podría reflejar tanto la espiritualidad del lugar como su herencia cultural, generando un diálogo entre el pasado y el presente. Sin embargo, hasta ahora no hay confirmaciones oficiales sobre una colaboración concreta, aunque sí se ha podido corroborar que existen conversaciones y gran interés de Barceló.

El proyecto que maneja la Comisión teológica contempla en la fachada de la Glòria un friso gigante -o un mural cerámico- repleto de esculturas de un mínimo de 36 santos. Es la parte que debe simbolizar el Cielo y que es el trabajo que llevaría la firma de Miquel Barceló. Justo debajo del Cielo, está previsto una amplia representación de oficios, encabezados por Jesús y Jose como carpinteros. La parte del Infierno también se esculpirá en la fachada, pero estará soterrada.