Este acuerdo inicial de gestión, que entrará en vigor a partir de marzo de 2025 cuando el museo abra sus puertas a la nueva temporada, será por un periodo de siete años con posibilidad de prórroga, y busca dar un nuevo impulso al museo, enriquecer la experiencia de los visitantes y ampliar su alcance sin perder su esencia histórica y cultural.
El museo, inaugurado en 2009 tras una meticulosa restauración llevada a cabo por el Ferrocarril de Sóller ofrece a los visitantes un recorrido por la historia, la arquitectura y el arte. Conserva parte del mobiliario original, con detalles decorativos que resaltan el esplendor modernista: desde lámparas y vitrinas hasta frescos y elementos naturales en cada rincón. Además, en sus salas se exhiben importantes colecciones de arte que abarcan desde el siglo XIX hasta la actualidad, con obras de artistas como Anselm Kiefer, Miró, Matisse, Chagall y Kandinsky.
Entre las exposiciones más destacadas en la historia de Can Prunera, se encuentra la muestra que celebró la amistad entre Pablo Picasso y Joan Miró, comisariada por Joan Punyet Miró, nieto del célebre pintor. Esta exposición incluyó obras, fotografías, cerámicas y documentos inéditos que reflejan la estrecha relación personal y profesional entre los dos artistas, y fue una de las exhibiciones de mayor renombre del museo.
Para la actual presidenta de la Fundació Tren de l'Art, Carmen Serra, «la nueva gestión por parte de Mallorcare Hospitality promete respetar el legado histórico del centro, mientras introduce iniciativas innovadoras que acerquen aún más el museo a la comunidad local y a los visitantes internacionales». Y es que, tal y como Serra ha recordado, «Can Prunera no solo es un museo, es un símbolo de la herencia cultural y del talento artístico que caracteriza a Sóller y a Mallorca».
Por parte de Mallorcare Hospitality, que acogerá la plena gestión a partir de marzo de 2025, «esperamos y deseamos que Can Prunera refuerce su papel como centro de referencia para el arte, la creatividad y el pensamiento en las Baleares, ofreciendo nuevas exposiciones y actividades que atraigan a un público amplio y diverso». Además, «este próximo capítulo es una oportunidad para seguir potenciando el atractivo cultural de Sóller y posicionar a Can Prunera como uno de los destinos imprescindibles para los amantes del arte y la historia en Baleares» han concluido.
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