Una de las salas de la Galería Gato.  | Galería Gato

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Una feria no es solo un escaparate de ventas, también es un espacio de conocimiento y de intercambio que favorece las relaciones humanas. Fue justamente en una feria de arte contemporáneo donde se conocieron el galerista mallorquín Óscar Florit, fundador de L21, y el peruano Axier Villanueva. Los dos gestores decidieron enfrascarse en un proyecto compartido junto a Zé Ortigão, y fruto de esa amistad nació el espacio galería Gato, en Lima, que se acaba de inaugurar con la colectiva Formas aparte.

En esta muestra, con la que se han presentado ante el mundo del arte peruano, destacan artistas internacionales como Wolfgang Tilmans, y también hay una presencia de creadores representados por L21 como Alejandro Leonhardt o Valerie Krause. Completan la nómina de artistas Nora Turato, Dora Budor, Nina Beier, Álvaro Urbano, Grant Mooney, Matt Browning y Kate Mosher Hall. Junto a Florit y Villanueva, que se encargarán de la dirección creativa y de las ventas de este nuevo proyecto, respectivamente, completa el equipo gestor Zé Ortigão, que llevará la dirección de operaciones del nuevo espacio y que ya forma parte del equipo de L21.

La Galería Gato está situada en un edificio de estilo colonial construido a finales del siglo XIX. El espacio cuenta con varias salas en las que se desarrollarán las muestras y los proyectos site specific. «Es un local amplio y muy particular. Como curiosidad, cuenta con un casino en la primera planta. Al ser un edificio decimonónico tiene mucha historia. Además, en la primera planta tenemos un almacén con depósitos de galerías. Trabajamos con coleccionistas que quieran exponer ahí obras y proyectos que nos cuadre con la programación. Es un espacio de colaboración», destaca Ortigão, que remarca el potencial de crecimiento del mercado artístico de Perú.