Enrique Razkin, Inma Bianchi, Araceli Déniz y África Juan.

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La colección de cuentos ilustrados Eleonora nació hace 23 años, cuando la hija de la autora, Inma Bianchi, era una niña. Fue entonces cuando dio forma a estas narraciones para contárselas a su hija. Luego, pensó que sería interesante editarlos para que todo el mundo pudiera disfrutarlos. Construidos con elementos propios de este tipo de relatos, en los que aparecen gnomos y ratoncitos, entre otros personajes mágicos, la autora le dio forma hace poco a dos cuentos más, que son las novedades que presenta este año. Los reeditados son: Ratolinet, ilustrado por Enrique Razkin, y La Niña y la Luna, ilustrado por Araceli Déniz. Además, Inma Bianchi ha escrito y publicado otro ejemplar, el séptimo de la colección, La Flor y la Mariposa, con acuarelas de África Juan.

Los cuentos, según la autora, nacen de su propia inventiva. «Los escribí y luego busqué a los ilustradores para que aportaran sus imágenes y los complementaran. Mi hija Eleonora, de quien toma nombre la colección, era pequeña, y me pedía que le contara un cuento cada noche. Así disfrutábamos juntas de cinco minutos de fantasía además de sembrar, poco a poco, algo tan importante en ella como es el hábito de lectura», señala.

Los cuentos hablan de animales, como ocurre en La granja encantada o en Los gatitos juegan. La luna es la protagonista de La Niña y la Luna, y otros relatos reflexionan sobre la importancia del interior, y no solo del físico, como en La Princesa y Gnomo. También aparece la necesidad de mantener la ilusión y la inocencia, como en Ratolinet.

Con la intención de editarlos, la autora decidió traducir sus piezas al alemán y al inglés, para comercializarlas a través de hoteleras y llegar al mercado turístico. La labor de coordinación y distribución la asumió la propia autora. Ahora, inmersa en la campaña de Navidad, relanzará los ya editados junto al que acaba de sacar para ofrecérselos a los restauradores, en concreto de la barriada de Génova y del centro de Palma, que son un clásico de las comidas y cenas de las festividades. «Son fechas para estar en familia, comiendo y cenando juntos. Mi intención es que los padres pongan libros en las manos de sus hijos, que fomenten la lectura, por eso los cuentos estarán disponibles todas estos días en diferentes establecimientos», señala Bianchi, a la vez que destaca que estarán disponible por «los canales habituales de venta», con algún punto físico junto a plataformas como Amazon y venta de libros online.

En cuanto a los ilustradores, Déniz destaca que es una nueva experiencia ya que su obra está más centrada en las artes plásticas. Por su parte, Razkin, que ilustra Ratolinet, resalta el uso de la tecnología para favorecer el proceso. África Juan subraya la necesidad que tuvo de conocer las motivaciones y el momento personal de Bianchi, a la vez que afirma que el uso de la acuarela «casa muy bien con el lenguaje infantil de los cuentos».