El artista Pep Llambías posa con la comisaria de la muestra, Montserrat Torras, en el COAIB. | Pilar Pellicer

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Junichiro Tanizaki, autor clásico del pensamiento japonés, consideraba la sombra como parte fundamental de la belleza, frente a un occidente cegado por la presencia de la luz y el brillo. Algo de esa idea hay en la mirada del artista Pep Llambías, que reivindica el reflejo en una exposición que presenta este jueves, a las 19.30, en la sede del Col·legi Oficial d’Arquitectes de les Illes Balears (COAIB, Portella, 14) en la que la sombra está muy presente. No en vano, el título de la muestra es Domar la sombra.

Entre las piezas que se verán destacan los juegos tipográficos, repartidos en series de papeles de idénticas proporciones que muestran elementos recortados y juegan con un tricolor de blancos, negros y rojos, que sirve para resaltar las palabras, generando piezas limpias y contundentes, pero de una aparente sencillez. «Pretendo que el espectador se sumerja en la muestra. Para mí tiene un sentido muy personal, ya que las piezas nacen de mis perturbaciones. Selecciono muy bien las palabras y las frases que empleo. Son de uso cotidiano, están al servicio de cada persona y espectador», señala el artista nacido en Alaró.

Otro elemento importante de la exposición es la poesía visual del autor, pese a que, según admite Llambías, para él toda su obra es poesía visual. «Es cierto que los poemas visuales, propiamente dichos, están en el centro de la sala, en vitrinas de metacrilato. Juegan con el lenguaje a través de diferentes elementos como una rosa, capas de parafina, una copa rota, letras o espinas», señala el creador. La muestra también alberga relieves compuestos por palabras de materiales diversos como madera o realizados en fluorescentes, y repartidos en la sala a diferentes alturas.

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Otra de las particularidades de la exposición es el espacio, ya que se trata de una sala luminosa con diversos ventanales. Tomaron la decisión de mantener las ventanas abiertas en lugar de cerrarlas. «Eso hará que hoy, al anochecer, se pueda ver el juego de las sombras de las piezas y los reflejos de los neones en los cristales», señala el artista, a la vez que destaca que el proceso de selección de las obras, realizado junto a Torra, fue muy simple. «La conozco de hace tiempo. Fue fácil trabajar juntos, ya que partíamos de la misma idea», señala Llambías. Por su parte, la comisaria de la muestra, Montserrat Torras, destaca que «una de las lecturas de la sombra es que refleja aquello que se fue, un vacío del que esperas su regreso. En la entrada, las rosas se irán marchitando cada día un poco durante la exposición, y también se convierten en una ausencia».

En la clausura de la muestra se presentará el catálogo y se podrá ver la evolución de la pieza mencionada por Torras que recibe al visitante; una colección de rosas reales, cortadas y adosadas a la pared. «Es una muestra viva», destaca un autor que confiesa llevar los bolsillos repletos de frases y palabras apuntadas en papelillos.