«Esta proyección, en Llucmajor, es un homenaje a Toni Catany y Agustí Villaronga». Así resumió el viajero, fotógrafo, escritor y cineasta Jordi Esteva (Barcelona, 1951) lo que sentía al dar a conocer el jueves su película documental El retorn al país de les ànimes en la Fundació Toni Catany. Justificó la frase por la amistad que tenía con Catany y Villaronga, y porque el director fue la persona que le animó a empezar a grabar.
«Agustí me animó a coger una cámara y filmar, me avisó que tuviera mucho cuidado con el sonido, que era más de la mitad de una película, y me dio otros consejos de producción», comentó Esteva. De hecho, en la película, producida por Siwa Productions en 2011, la música es un elemento fundamental. Basada en el libro Viatge al país de les ànimes y rodada en Costa de Marfil, Esteva documenta los rituales iniciáticos en los que sacerdotes animistas son poseídos por los genios del bosque y del agua.
La película sorprende por la proximidad del equipo de rodaje en ceremonias tan íntimas. «Esa cercanía es algo a lo que no se llega enseguida, años antes fui a fotografiarles y a investigar, regresé varias veces, después escribí un libro sobre ellos, seguí en contacto, se estableció una relación y, al llegar a rodar, ya nos estaban esperando», comentó Esteva, quien declaró que «exigí a mi equipo que no quería grabar los tópicos africanos, la condescendencia y el sentimiento de superioridad occidental, o la idea de que se trataba de gente que con poco se contentaba para ser feliz, y para ello tenía que filmar lo cotidiano».

El escritor y editor Basilio Baltasar, director de la Fundación Formentor y presidente del jurado del Prix Formentor, presentó a Esteva, al que conoció personalmente durante la última edición de las Converses de Formentor, celebradas el pasado septiembre en Marrakech (Marruecos). «Jordi Esteva es un esteta, un antropólogo de campo, un escritor de viajes, no como sucedáneo de las guías que regalan las agencias, sino como exponente de un género narrativo que han seguido nombres tan importantes como Hemingway o Alexandra David-Néel, entre otros, u obras como La odisea de Homero», apuntó Baltasar, quien detalló que «Esteva no ha sido un viajero depredador, ha entrado de puntillas en la cultura oriental y africana, con un deseo de no molestar».
«Poseído»
El editor mallorquín aseguró que el cineasta «está poseído por el espíritu aventurero y aventura significa ponerse en peligro, es un observador callado y atento, capaz de captar el alma; en sus libros y películas, muestra su sensibilidad para entender lo extraño sin incurrir en la curiosidad banal».
En el marco de la exposición fotográfica Viatge a un món oblidat de Esteva, que actualmente se exhibe en el Centre Internacional de Fotografia Toni Catany, se proyectarán en las próximas semanas dos películas más del mismo autor. Por otra parte, la quinta película del realizador, titulada El impulso nómada e inspirada en un capítulo del libro homónimo del autor, ha sido seleccionada para ser estrenada en la próxima edición del Festival de cine de Málaga. Protagonizada por el niño Miquel Rosselló, es la primera incursión audiovisual en el género de ficción de Esteva. Hace unos días, el periodista Josep Massot aseguró que «su filme es una maravilla y la poesía de sus imágenes ha hecho posible el encuentro del viejo poeta con el niño que emprende el camino iniciático que le llevará a cumplir su deseo de libertad, su sueño es ser nómada, su terca voluntad de ser, sin duda alguna, un artista descomunal».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.