Imagen virtual del futuro Hard Rock Hotel que albergará la cumbre musical.

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No pocos organizadores de eventos llegan a Eivissa con estudios de impacto económico bajo el brazo que prometen a las instituciones locales una repercusión millonaria en los negocios de la isla. Congresos anuales como el Ibiza International Music Summit (IMS) o una exhibición de Fórmula 1 City Racing, como la que actualmente negocia el Ajuntament de Vila, prometen que sus asistentes gastarán entre 3 y 15 millones de euros en comercios, hospedaje, restauración y ocio durante su estancia en la Pitiüsa mayor.

Algunos economistas ponen en duda la fiabilidad de estos estudios, pero para los representantes locales lo que vale es la experiencia. Así lo pone de manifiesto Rai Prats, concejal de Turismo y Comercio de Vila, el municipio que más eventos de este estilo aúna en toda la isla. Según destaca, la cumbre anual de música electrónica International Music Summit alcanza este año su séptima edición y su repercusión económica “es fiable y está demostrada”. El estudio presentado por la organización prevé un impacto de 3.057.763 euros que entre alojamiento, vuelos y gastos dejarán en la isla los 2.500 asistentes al día que tiene el evento durante sus cuatro jornadas de duración. En esta cifra entra también la estimación de gasto de 265.000 euros que los promotores destinan a “la organización y planificación” del encuentro, que repercute en empresas y personal de la isla. Esto ocurre porque a los seminarios y conferencias sobre música electrónica, se añaden las fiestas que demandan la contratación de servicios de montaje, sonido, seguridad, maquinaria, etc.

La cumbre musical se celebrará este año del 21 al 23 de mayo e inaugurará el nuevo Hard Rock Hotel de Platja d’en Bossa con sus reuniones y conferencias, y volverá a Dalt Vila para los eventos musicales. Según el estudio de la organización, el acontecimiento “reporta grandes beneficios” a los comerciantes de la ciudad, sobre todo a los negocios ubicados en el entorno del recinto amurallado, como son la plaza del Parque, el barrio de la Marina y el puerto, ya que estas zonas reciben el público de las fiestas. “Los comerciantes lo notan en sus cajas. Vienen a golpearte la puerta para preguntar cuándo se celebra el Summit”, señala Prats.

Más elevado, pero aún por confirmar, es el impacto de la exhibición de Fórmula 1 que Vila negocia para mediados de octubre. El evento será de tres días y supondrá una repercusión económica de 15 millones de euros, según trasladaron los organizadores al Consistorio. Esta cifra se basa en las experiencias de los eventos celebrados en ciudades como Moscú o Rotterdam, donde las demostraciones se hicieron bajo el patrocinio de la cervecera Bavaria y atrajeron a miles y miles de personas.

Aunque en Eivissa “no llevará la firma de la cerveza delante porque tenemos un plan municipal sobre drogas”, aclara el concejal, en la exhibición podrían participar las escuderías McLaren, Ferrari o Red Bull.

Según Prats, el acuerdo está muy avanzado y de concretarse daría a Vila dos días de exhibición por las avenidas 8 d’Agost y Joan Carles I, y una jornada de acontecimientos sociales por los locales de ocio del municipio. “Pero este tipo de eventos lo bueno que tienen es que no solo repercuten sobre el hotelero, el restaurador o el dueño de la discoteca, este tipo de gente sale de compras y quiere productos que solo pueda encontrar aquí, como moda local o como moda Adlib”, añade Prats.

De cerrarse el acuerdo, la Fórmula 1 deberá abonar una fianza al Ajuntament de Vila ya que tendrá que adaptar las avenidas, suprimiendo los badenes, y después volverlas a su estado inicial. Además, deberá abonar una licencia por actividad exceptuable (excepcional).

Otros eventos como la Class One, la Fórmula 1 del mar, que se celebrará entre 5 y el 7 de septiembre, y la regata de vela Royal Cup, que tendrá lugar entre el 12 y el 22 del mismo mes, “también tendrán unos impactos de repercusión elevados”, remarca el concejal de Turismo. El perfil del visitante “es parecido al que pueda tener un país como Dubai”, remarca Prats, en referencia al alto nivel de gasto de los asistentes a este tipo de acontecimientos.