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El Big Data hace referencia a los sistemas informáticos basados en la acumulación de datos a gran escala y en los procedimientos usados para identificar patrones recurrentes dentro de esos datos. En palabras fáciles de entender, el Big Data es la recolección y análisis de muy grandes cantidades de datos para intentar extraer información útil en base a similitudes que presenten dichos datos.

En la actualidad vivimos rodeados de enormes cantidades de datos. Hemos producido más información en la última década que en los miles de años anteriores de existencia de nuestra especie y la cantidad de nueva información generada se multiplica exponencialmente. ¿De dónde provienen todos estos datos? Los fabricamos nosotros directa e indirectamente, segundo tras segundo. Un iPhone tiene hoy en día más capacidad de computación que la NASA cuando el hombre llegó a la luna, por lo que la cantidad de datos generados por persona y unidad de tiempo es inmensa. La clave no es cómo almacenar toda esa información sino cuál de ella es relevante, pues conociéndola se puede obtener un beneficio importante.

Cada vez más tendemos a subir a las redes sociales toda nuestra actividad y la de nuestros conocidos. Las empresas de selección de personal utilizan esa información para cruzar los datos de los candidatos, pues a partir de ella es fácil identificar su perfil social, profesional, etc. Amazon es líder en ventas cruzadas y el éxito se basa en la minería de datos masiva analizando los patrones de compra de un usuario junto con sus búsquedas, creando así anuncios personalizados que incluyen justo aquello que queremos en ese instante. Son solo dos ejemplos de cómo el Big Data es un tesoro que puede anticipar los gustos, problemas, deseos, etc., de miles de personas y la comercialización de dichos datos es todo un fenómeno.

El mundo educativo no es ajeno a este fenómeno. Un buen uso de estos Big Data fomenta el desarrollo de entornos personalizados de aprendizaje, ya que permiten recoger información sobre miles de estudiantes que están pasando por la misma experiencia instructiva y ayudan a diseñar itinerarios concretos para las necesidades educativas de cada alumno en función de los patrones detectados. A modo de ejemplo los llamados MOOCs, cursos masivos abiertos en línea, permiten que los profesores sepan cuándo los estudiantes están viendo sus cursos y cuándo se detienen, cuándo releen una lección, etc. Si un número importante de alumnos se detienen en la misma lección o vuelven a una anterior quiere decir que hay que mejorar ese contenido. Incluso el profesor tiene la oportunidad de dar más contenidos a aquellos alumnos que vayan más avanzados, todo a partir del uso del Big Data en el campo de la educación.

Tenemos que proponer a nuestros hijos otro sistema educativo ya que el actual fue concebido en una época diferente, en la era industrial, mecanicista. Ahora se debe adaptar a nuestras necesidades al igual que las recomendaciones de Amazon y Google se ajustan exactamente a nuestros intereses. Es sin duda la mejor forma de aprender.