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Una de las principales pretensiones de los “millenials” y de las generaciones posteriores es el acceso libre y gratuito a internet en hoteles, restaurantes, cafeterías, etc. Las empresas de esos sectores se han visto obligadas a plegarse a esas pretensiones ante la amenaza de informar en Tripadvisor de que el hotel X carece de wifi o es de pago.

Una vez conquistada esa fortaleza se está produciendo el asalto a la siguiente: la demanda de wifi gratuito en los espacios públicos de las ciudades. En España ese avance se ha visto retrasado por el escándalo Govex, que ha hecho que los ayuntamientos se muestren mucho más cautos que antes. Por supuesto hay wifi gratis en lugares públicos de muchos municipios como Palma, Madrid, Santander, Valencia y Alicante, pero todavía en proporciones reducidas.

Todo puede cambiar con la instalación en Nueva York del sistema municipal de wifi más grande y rápido del mundo, que contará con 7.500 puntos instalados en las antiguas cabinas telefónicas, según informa David Crow en el Finantial Times, y cuyos dos primeros quioscos acaban de ser inaugurados este mes de enero.

Cada uno de estos quioscos contará con un teléfono sin manos, con el que se pueden realizar llamadas nacionales gratuitas por internet, una tableta Android para surfear y dos pantallas para publicidad, con la que no solo se financiara el proyecto, sino que permitirá ingresar al ayuntamiento por los doce años de la concesión quinientos millones de dólares o la mitad de los ingresos, la cifra que sea superior, es decir unos ingresos netos de once mil dólares al año por quiosco.

El consorcio denominado Link NYC, está liderado por Google que amplía así su guerra con las empresas telefónicas.

El plan del alcalde Bill de Blasio está pensado para favorecer a la cuarta parte de los neoyorquinos que no tienen acceso a la banda ancha o que no disponen de internet en sus casas, pero obviamente será un atractivo más para los turistas.

Bien harían los responsables de los municipios turísticos españoles en estudiar lo que hace la ciudad del mundo que recibe más turistas (sumando nacionales e internacionales) para la captación de las nuevas generaciones de turistas cada vez más exigentes.