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Banca March, fundada en 1926 por Joan March Ordinas, cumple 90 años. De carácter familiar, la entidad bancaria nunca ha perdido su identidad mallorquina. Hoy, la solvencia es su principal bandera. La reputación de los bancos ha experimentado un sustancial retroceso en los últimos años. Banca March es una sociedad anónima y, lógicamente, con ánimo de lucro. Ahora bien, Carlos March Delgado, entonces presidente de la entidad, dejó claro en octubre de 2014, con motivo de la presentación de la nueva imagen corporativa, que Banca March aspira a mucho más que generar réditos a sus accionistas. “Es evidente que toda empresa necesita obtener beneficios para sobrevivir. Sin embargo, nuestra misión debe ser más ambiciosa: la del crecimiento conjunto con nuestros accionistas, clientes, empleados y con la sociedad. Pero crecer y hacer crecer requiere valores... En Banca March tenemos un fuerte sentido de identidad, unos valores que están por encima, incluso, de nuestros objetivos de negocio de cada ejercicio”.

Banca March disponía al acabar el pasado año de 200 oficinas: 181 de banca comercial y privada, 12 de banca patrimonial, 5 de banca corporativa y 2 oficinas internacionales en Luxemburgo y Londres.

LA HISTORIA. Joan March Ordinas, nacido en Santa Margalida el 4 de octubre de 1880, fundó Banca March en 1926 e inició su andadura de forma oficial el primero de abril. En todo caso, la leyenda asegura que March ya se dedicaba a la actividad bancaria desde 1905.

La primera oficina se instaló en el domicilio familiar de Joan March, en los bajos del número 17 de la calle Sant Miquel de Palma. De hecho, aún hoy, la oficina número 1 se encuentra en el mismo lugar, mientras que en los pisos superiores se encuentra la Fundación Juan March.

La expansión fue rápida y en 1927 se abrieron las primeras oficinas en Llucmajor, Inca y Felanitx. Banca March llegó un año después a Manacor y en 1929 a sa Pobla. La entidad no dejó de crecer y en 1941, al constituirse en sociedad anónima en virtud de la nueva legislación, pasó a ser presidida por el hijo mayor Joan March Servera. Banca March se constituyó con un capital de 50 millones de pesetas, dividido en 10.000 acciones nominativas de cinco mil pesetas cada una. Joan March Ordinas subscribió y pagó en metálico la totalidad del capital. En 1961, Joan March Servera sumó a su cargo de presidente el de director general. Poco después, el 10 de marzo de 1962 murió en Madrid Joan March Ordinas, pero Banca March no varió su política comercial, siempre presidida -aún hoy- por la moderación y la prudencia.

Banca March no dejaba de crecer y en 1965 abre su primera oficina en Barcelona, dos años después llega a Eivissa. No fue hasta 1971 cuando la entidad llegó a Madrid y en 1972 abrió sus puertas en Menorca y Formentera. En 1974, a la muerte de Joan March Servera, las acciones de Banca March quedaron distribuidas entre sus cuatro hijos: Joan March Delgado (33,3%), Carlos March Delgado (33,3%), Leonor March Delgado (16,6%) y Gloria March Delgado (16,6%). Carlos March fue elegido presidente y administrador. Coincidiendo con la llegada a la presidencia de Carlos March se inicia una época de franca expansión, puesto que fue el 9 de agosto de 1974 cuando el gobierno dio libertad total a las entidades bancarias para abrir cuantas oficinas quisieran.

El uno de febrero de 1976 se incorporan a la red de Banca March la práctica totalidad de las oficinas del Banc del Progrés Agrícola, que había sido fundado en Campos en 1917 por Joan Alou Ballester para apoyar económicamente a los payeses de la zona.

También en 1976, concretamente el primero de marzo, abre la nueva sede central de Banca March, situada en la avenida Alejandro Rosselló, que fue construida con grandes piezas prefabricadas y que confieren al edifició un carácter extremadamente peculiar. La obra es del arquitecto Felipe Lafita Pardo y la dirección de la obra fue del también arquitecto Rafel Llabrés Fuster.
En 1979, adquirió el 16% del Banco de Virginia y se convierte así en el máximo accionista de la entidad norteamericana.
Banca March compró en 1981 al Fondo de Garantía de Depósito el paquete mayoritario del Banco de Asturias, que finalmente acabó en manos del Banco Sabadell en 1996.

Dos años después, la entidad compró a Banca Catalana el paquete mayoritario del Banc de Girona y un año después se adquirieron un grupo de oficinas del Banco Comercial de Catalunya procedentes del proceso de privatización de Rumasa.
De especial relevancia fue la alianza establecida en 1985 con el National Westminster Bank, que se instauró en la Península con el nombre de Natwest March, incorporando la red de oficinas del grupo mallorquín en la Península. Banca March se quedó entonces sin presencia propia en la Península, si bien mantuvo siempre sus oficinas de Madrid y Barcelona. La nueva entidad estaba participada al 50% por Banca March y Natwest. En 1989, la entidad británica compró a los March su parte del grupo. Finalmente, en junio de 1996, el Banco Sabadell se hizo con el 80% de Natwest y en enero de 1999 adquirió el 20% restante.

CRECIMIENTO. En 1988, la familia March y el Banco Hispano Americano acordaron la compraventa del 96,28% de Banco Urquijo Unión por un importe superior a los 56.000 millones de pesetas. El consejo de administración quedó presidido por Carlos March. La Corporación Financiera Alba adquirió el 70% del Urquijo, mientras que el 30% restante lo compró Banca March. Banco Urquijo, especializado en banca privada, en la gestión de patrimonios, se encargó de la gestión de valores y de los fondos de inversión de los clientes de Banca March.

Finalmente, en 1997, los March vendieron el Urquijo al grupo belga Almanij-Kredietbank.

En la década de los 90, Banca March inició su expansión en Canarias por su similitud con el modelo balear. El hecho de que diferentes empresarios de Balears adquirieran algunos establecimientos hoteleros en Canarias facilitó la llegada de Banca March a las Islas. De forma paulatina, aunque con especial intensidad a partir del año 2000, la entidad mallorquina inició un proceso de expansión por el Levante y Andalucía. En los últimos años, con la llegada de la crisis, Banca March fue reduciendo su presencia en ambas localizaciones, al tiempo que especializaba su modelo de negocio.

En los últimos años, el banco ha apostado por un modelo estratégico doble. Por un lado, en Balears dispone de una importante cuota de mercado que ronda el 15% y una presencia muy importante en el sector turístico. Aspira a llegar al máximo número de particulares y empresas. Por otro lado, Banca March decidió especializarse en torno al año 2000 en banca privada y en asesoramiento de empresas en la Península. Por tamaño, la entidad no puede competir fuera de Balears como banco minorista y decidió centrar su actividad en la gestión de patrimonios.

Banca March no tuvo durante años una gestora de fondos propia, sino que operaba con la del Banco Urquijo, que además gestionaba las sicavs de los clientes de la entidad mallorquina. Fue en el año 2001 cuando se creó la gestora de fondos de Banca March.

Banca March, que nunca había tenido presencia en el País Vasco, adquirió en 2012 un importante paquete accionarial de Consulnor, una compañía independiente especializada en productos y servicios financieros. Consulnor, fundada en 1972, administraba en 2012 un patrimonio de 900 millones de euros, de los que más de un tercio estaban invertidos a través de 43 sicavs. La entidad mallorquina posee hoy el 49 por ciento de Consulnor Banca March y completará la compra del 100% de las acciones en junio de 2017.

En 2006, Banca March adquiere una participación del 5% de Banco Inversis, que tenía dos actividades principales: la bancaria y la de proveedor informático de gestoras de fondos, bancos, etc. Fundamentalmente, Inversis dispone de una aplicación informática muy potente para la compraventa de valores. En 2013, Bankia era el principal accionista de Banco Inversis, pero estaba obligada a desinvertir. Banca March consideraba que Inversis era un proveedor estratégico de la entidad en el ámbito de los mercados de valores y apuesta por comprar el 100%. Banca March pagó 217,4 millones de euros por la adquisición.

Simultáneamente, llegó a un acuerdo para la venta del negocio de banca privada minorista de Banco Inversis a Andbank por 179,8 millones de euros. Una vez realizada la segregación del negocio de banco minorista, en enero de este año, Banca March formalizó la venta al grupo portugués Orey Antunes de una participación del 49,9% del total.