Antoni Fontanet.

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Antoni Fontanet (1919), felanitxer y empresario, siempre con traje y corbata, acude diariamente a su despacho. El pasado miércoles cumplió 97 años pero no piensa en jubilarse. Cuenta con 300 trabajadores en un grupo empresarial que, pese a su tamaño, mantiene intacto su carácter familiar.

La CAEB le distinguió la semana pasada como Empresario del Año. ¿Satisfecho?
Evidentemente, es el reconocimiento a una larga trayectoria empresarial.

¿Cuándo se inició en el mundo de los negocios?
Cumplí la mitad del servicio militar en el frente y la otra mitad en Palma, concretamente en Automóviles. Al acabar, comencé mi camino como empresario.

¿A qué se dedicó en un primer momento?
Más o menos a lo mismo que hago ahora. Tenía un almacén de productos para la agricultura en Felanitx y una fábrica de harina, que aún existe. En aquel momento, el puerto de Felanitx funcionaba a pleno rendimiento con Naviera Mallorquina, que era propiedad de Pedro Salas. Traía de la Península lo que hacía falta a los mallorquines y me llevaba los productos de aquí.

Pero en los años 50 cerraron el puerto de Felanitx.
No tenía calado suficiente para barcos modernos y tuve que trasladarme a Palma.

¿Siempre ha estado ligado al sector primario?
Fundamentalmente.

¿Nunca ha estado tentado de dedicarse a la hostelería?
No. Hubiera ganado más dinero, pero me gusta el mundo del campo y he disfrutado mucho del trabajo. No estoy arrepentido.

Pero no le habrán faltado ofertas para comprar algún hotel.
Claro que pude hacerlo, pero siempre consideré que ya tenía trabajo suficiente.

¿Cómo ha evolucionado el mundo de los piensos?
Ha cambiado mucho. Lo primero que hay que saber es que la producción de Mallorca no bastaría para una semana. Antiguamente, solo se podía comprar de España, pero posteriormente se liberalizó.

La ganadería está en crisis.
Siempre. Es cierto que hoy hay muchos menos ganaderos, pero son mucho más grandes, tienen más animales.

¿Y también vende pienso en la Península?
No. No hay margen suficiente. Todo lo que se fabrica se ha de vender aquí en Mallorca en materia de piensos y harinas.

En aquellos años, la harina era mucho más valorada.
Sí. Faltaba de todo en Mallorca, incluso sacos vacíos. Tuve que irme a Murcia a buscar una partida de sacos vacíos, porque no había en la isla. Ahora, sobra de todo.

Y pronto expandió su negocio, y en el mundo del café.
Café Rico es la primera empresa que se instaló en el polígono, la segunda es la de Pons y la tercera Piensos Piema. El café es relativamente fácil de hacer, puesto que con una fábrica pequeña puedes tostar mucho café. Es un buen negocio, puesto que un kilo de café vale dinero. No es como un kilo de harina o de pienso. Es de los negocios más fáciles y mejores.

Pero tiene mucha competencia.
Precisamente, porque es un negocio fácil.

Y vende también café en Sevilla.
Sí. Y más que en Balears. Lo fabricamos aquí y se distribuye allí.

Y también es el propietario de Matisa.
Sí. Se dedica a la compra y venta de carne. Hace unos años criábamos unos 15.000 pollos diarios y el coste era elevado ya que esta clase de carne tiene un proceso caro y largo. Nos sale más barato que Valls Companys nos los críe y sacrifique para nosotros. Cría más de 200.000 diarios.

La leche ha sido su único fracaso. Prilac no fue bien.
Es cierto. Se gana poco por el trabajo que supone. Prilac no tenía posibilidades de crecer y decidí pararlo. No hablaría de fracaso, puesto que aún funciona.

También se dedicó a la construcción.
Durante unos años hicimos muchos pisos. Era un buen negocio que ofrecía buenos réditos.

Mirando hacia atrás, ¿de qué se siente usted más orgulloso?
Me cuesta señalar un solo proyecto, una sola empresa.

¿Ha cambiado mucho la forma de hacer negocios?
El principal cambio es que antes faltaba de todo y hoy sobra de todo. Además, antes podías seleccionar más los clientes.

¿Y la jubilación?
Mientras tenga salud estaré al pie del cañón. Muchos años no me pueden quedar, pero gracias a Dios estoy perfecto.

El trabajo es su medicina.
No hago nada especial. Trabajar, aunque es cierto que siempre he llevado siempre una vida muy ordenada. Nunca he fumado y bebo poco, siempre sin abusar.

¿Y sus entretenimientos?
Trabajar.

¿Nunca ha estado tentado por el mundo de la política?
No, aunque siempre he tenido buenas relaciones con los políticos. Yo soy de derechas, pero me he llevado bien con todos.