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Hay muchas personas que quieren emprender, y ahora es buen momento puesto que a pesar del bloqueo político la situación económica en España y en Balears va mejorando poco a poco, hay mas demanda interna y externa, lo que propicia la venta de productos y servicios.

Pero en general la gente de a pie no dispone de los conocimientos suficientes sobre el mundo empresarial desde el punto de vista jurídico, laboral, fiscal, contable, mercantil, etc., ya que no solo los que estudian un grado en Administración de Empresas o un MBA pueden o quieren emprender.

Un funcionario de policía, una enfermera de una clínica privada, un biólogo investigador de una laboratorio, etc… hay muchas personas a las que les gustaría abrir su propio negocio para reorientar su carrera o como complemento a su trabajo por cuenta ajena, pero no cuentan con los conocimientos suficientes para poder llevar a cabo su proyecto, haciendo en muchas ocasiones que se desista antes de empezar y con ello la posibilidad de crear trabajo y riqueza para nuestra Comunidad.

Si estoy trabajando y quiero emprender, ¿tengo que cotizar a la Seguridad Social como trabajador autónomo? ¿Y si abro una página web o tienda online? ¿Y si solo soy socio de una empresa con el 20% de capital? Son preguntas que nos hacen a diario y a las que siempre contestamos que busquen un buen asesor, consultor o gestor, puesto que es una figura imprescindible desde el principio de la actividad y a lo largo del tiempo, puesto que legislación en España es casi infinita, cambiante y sujeta a múltiples interpretaciones.

Pocos saben que además de cumplir con Hacienda y la Seguridad Social también se deben adecuar a las leyes de Protección de Datos Personales, Prevención de Riesgos Laborales, Propiedad Intelectual, Ambiental, etc.
Otra de las preguntas que siempre nos hacen son: ¿qué ayudas y subvenciones existen para emprender? ¿Y para asesorarse? ¿Y si soy joven y no tengo empleo? Pues salvo en casos puntales, ninguna. Parece que para la Administración es preferible disminuir las listas del paro aumentando el número de empleados públicos (y por ende el déficit) que incentivando la creación de nuevas empresas por parte de jóvenes empresarios.