Numerosos turistas norteamericanos llegan a Palma en un crucero. | M. Joy

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Con embajadores de lujo como Rafa Nadal, Tummy Bestard o el mismo Sant Juníper Serra y sobre todo con las marcas Ibiza y Mallorca, Balears empieza a hacerse un hueco en el mercado americano como un nuevo destino por descubrir. Este perfil de turista, de alto poder adquisitivo y un gran interés por la cultura y la gastronomía, todavía es marginal en el pastel turístico pero se ha duplicado en los últimos años. Mallorca es la isla con mayor afluencia pero en proporción, Eivissa y Formentera son las más populares entre este público. Pese a la distancia, este mercado tiene un gran potencial que algunos empresarios ya han empezado a explotar.

En los seis últimos años los turistas norteamiercanos se han hecho un hueco entre las nacionalidades más frecuentes en los hoteles de alta gama. Y es que, de manera discreta, se ha abierto un nuevo mercado con posibilidades, pero de difícil acceso. Estados Unidos es casi siete veces mayor que España en número de habitantes, por lo que las empresas que quieran promocionarse allí tienen que buscar la ciudad, el perfil y los partners más adecuados para poder difundir su mensaje.

Las estadísticas oficiales de entrada de turistas a Balears no permiten desglosar a los visitantes de Estados Unidos, pero sí que se puede obtener una cifra aproximada viendo el alojamiento reglado. Según el Institut Balear d’Estadística (Ibestat), que ofrece los datos agregados de las encuestas de ocupación hotelera, en apartamentos turísticos y de turismo rural, en 2015 se alojaron en Balears 71.355 turistas procedentes de Estados Unidos, y ya sumaban 30.964 los llegados en el primer semestre de este año, lo que permite esperar que se supere la afluencia del año pasado. A estas cifras habría que sumar los turistas que se alojan establecimientos no reglados como casas de alquiler vacacional, de familiares y amigos o en propiedad.

En comparación con el total de visitantes alojados en hoteles, apartamentos o turismo rural entre enero y junio de este año, que suman 4.319.076, los treinta mil estadounidenses no dejan de ser residuales, un 0,7% del total. Sin embargo, el crecimiento de este mercado ha sido espectacular en los últimos años, ya que se ha más que duplicado de 2008 a 2015. En ese año los turistas de Estados Unidos en alojamientos reglados de Baleares no llegaban a treinta mil, mientras que esta cifra se ha alcanzado en 2016 solo hasta junio.

PREFIEREN LAS PITIÜSES. Por islas, en el primer semestre de 2016 se hospedaron en alojamientos reglados de Mallorca 19.896 norteamericanos, 1.015 en Menorca y 10.053 en Eivissa y Formentera. En todo 2015, fueron 40.142 en Mallorca, 2.337 en Menorca y 28.875 en Eivissa y Formentera. Los datos indican que en números absolutos, Mallorca es la isla con más afluencia de americanos. Sin embargo, en proporción, las cifras muestran que los americanos se decantan por Eivissa y Formentera. En 2015 las Pitiüses recibieron el 18,9% de ºtodos los turistas en alojamiento reglado de Balears (1.955.649), pero al 40,5% de los americanos llegados. Mallorca alojó al 72,54% de turistas de las Islas (7.507.107) y al 56,26% de americanos. Y Menorca recibió al 8,57% del total de visitantes (886.437) y al 3,2% de los procedentes de Estados Unidos.

EN MALLORCA. Mallorca lleva la ventaja en cifras absolutas de llegada de turistas, en buena parte debido a las mejores conexiones aéreas. Andrés Soldevila es el propietario del Sant Francesc Hotel Singular, un cinco estrellas situado en el centro de Palma que tiene una alta cuota de clientes americanos. El establecimiento, de 42 habitaciones, no cierra sus puertas en invierno. “Para nuestro hotel los clientes de Estados Unidos son la cuarta nacionalidad de acuerdo con nuestra clasificación: con datos acumulados de todo el año, un 27% de nuestros clientes son británicos; alemanes y austríacos un 26%; escandinavos (7,3%), y finalmente, de Estados Unidos supone un 7%, tan importantes como los suecos (7%) y más que los suizos (6%), aunque hay que tener en cuenta que llegan de mucho más lejos. Vienen sobre todo de Barcelona o Madrid y están haciendo un circuito que empieza o acaba en Palma y en el que suelen pasar por Londres o París”. Soldevila insiste en el trabajo de promoción que queda por hacer para consolidar el destino: “Londres o París son destinos por sí mismos, pero Palma como destino urbano es más incipiente y hay que seguir dándolo a conocer. Aquí están de paso y se hospedan entre tres y cuatro noches. Sí que es cierto que muchos ya conocen Mallorca por los cruceros, que les apasionan, o previa recomedación boca a boca o a través de agencias online”, explica.

Al contrario de lo que pueda parecer en un primer momento, Estados Unidos y Mallorca comparten una serie de lazos. “Para empezar, tenemos la figura de Sant Juníper Serra y 2016 ha sido el año de su santificación con muchas actividades allí, una efeméride a la que se podría haber sacado más partido. El hotel está en la plaça Sant Francesc y no es por casualidad que hay una ciudad que se llama San Francisco, toda esta historia se puede contar y utilizar para promocionar el destino. Este edificio pertenecía a la familia Alomar Femenías, que se estableció en Puerto Rico, es decir que también tiene relación con Estados Unidos aunque no sea como estado asociado. Y también se relaciona a Mallorca con Joan Miró”, explica.

Aunque si Mallorca es conocida en Estados Unidos es por sus prescriptores actuales, que cada día son más, como recuerda Soldevila. “Hemos tenido varios ganadores de Oscar alojados en Mallorca, el más conocido es Michael Douglas”. Halle Berry o Tom Hanks han recalado en la isla para grabar películas y este verano corría el rumor de que Angelina Jolie había adquirido una mansión en el Port d’Andratx. “Hasta Michelle Obama ha estado aquí, lo que puso a Mallorca en el mapa”, recuerda, y menciona con especial cariño a Tummy Bestard, que fue el cónsul honorario de Estados Unidos en Mallorca durante 45 años y la primera persona en traer a famosos a la isla. “Pero si hay algún mallorquín conocido en Estados Unidos es Rafa Nadal, el mejor embajador de Mallorca sin ninguna duda”, reconoce Soldevila.

ALTO PODER ADQUISITIVO. El turista americano tiene una propensión a gastar entre un 30% y un 40% superior a la media. Son de alto poder adquisitivo y muchos llegan en jet privado, con la circunstancia de que los que más prendados quedan de Mallorca regresan con frecuencia y al final acaban comprándose una casa. “Su principal inconveniente es que tienen pocas vacaciones, 15 días al año como máximo”, admite Andrés Soldevila. Además, llegan mayoritariamente durante la temporada alta. “Son turistas activos que se interesan por el destino, la cultura local, la gastronomía y el vino, y en general por las raíces. Es el típico perfil de turista que querrá saber la leyenda del Comte Mal”. Mallorca, recuerda el hotelero, ofrece mejores precios en el segmento del lujo que otros destinos como la Costa Azul o las Islas Griegas. Sin embargo, la principal dificultad a la hora de atraer a este mercado es la falta de vuelos directos. “En estos momentos suponen entre el 5% y el 6% del segmento del lujo, que es significativo por sí mismo pero no lo suficiente como para incrementar las frecuencias de vuelos”, explica Soldevila, quien recuerda que hoy por hoy es más factible crecer en el segmento del lujo en los mercados francés e italiano. Como solución, propone que se venda la conectividad aunque sea con escala.

Desde la empresa de jets privados FlyVictor confirman que las reservas de vuelos de Estados Unidos a Mallorca se han triplicado este año y ratifican que Eivissa es un destino top entre los norteamericanos.

EXPANSIÓN. Las relaciones de negocios entre Mallorca y Estados Unidos también se han incrementado en estos últimos años, especialmente en el sector turístico. Por una parte, las grandes compañías hoteleras mallorquinas han consolidado su presencia en hoteles de ciudad en el país. Y en sentido opuesto, hay firmas estadounidenses con trayectoria en las Islas, como Starwood, recientemente adquirida por Marriott, que gestiona el Castillo Hotel Son Vida, Arabella y St. Regis Mardavall. Además, acaban de aterrizar Hyatt, con su resort Park Hyatt Mallorca en Canyamel, y Hilton en Eivissa con el Gran Hotel Montesol, que ya contaba con el Hilton Sa Torre en Mallorca. Todos tienen la particularidad de estar orientados al lujo y en edificios y ubicaciones emblemáticas.